Ava Davis.
A dos años del accidente sigo sin recordar nada de lo sucedido ese día.
Mi vida cambió para peor,no pude seguir con mis estudios universitarios y todavía vivo en casa de mi padre.
—Mamá,iré al centro comercial. —Mel se pintaba los labios de rosado.
—Llévate a la inutil de Ava,para que te ayude con los paquetes.
Yo limpiaba los cristales de la ventana,ajena a la conversación,contemplaba la menuda llovizna.
Era un día sábado y mi padre estaba en casa leyendo la sección de finanzas del diario.
A la empresa familiar le había ido muy mal y mi padre necesitaba dinero para pagar a los empleados.
En medio de la crisis económica,Camila y Mel no tenían conciencia de lo que costaba traer el dinero a casa.
Mi padre le reclamaba y mi madrastra solo decía que eran gastos de inversión.
Mel estaba a punto de cumplir dieciocho y le buscarían un marido millonario.
—Dame dinero,mi hija va a ese centro comercial lujoso,algún buen prospecto puede conocer. —Camila extendió la mano.
Mi padre se encogió de hombros y le dio unos billetes que tenía en la cartera.
Ese día era la inauguración de una joyería, mi hermana y yo nos acercamos,el dueño del local procedía a cortar la cinta.
Contuve mi aliento al verlo.Era guapo,muy fornido,esos ojos negros intensos escaneaban todo.
Él nos miró,más bien miró a mi hermana,fijo al cuello.Mel se había colocado ese collar para aparentar que era de familia adinerada.
El hombre guapo y elegante,era todo un Adonis,se acercó a uno de sus guardias y le dijo algo al oído.
A mi hermana no le llamó mucho la atención,sus ojos estaban fijos en otro joven que estaba al lado de ese caballero y al parecer era más menor.
Mel le coquetea con la mirada a ese otro chico,mientras que el dueño del local la miraba con fascinación.
—Señorita,mi jefe el Alfa Liam Jones,la invita a tomar un café. —El escolta inclinó la cabeza en señal de reverencia.
Mi hermana no expresó ninguna emoción,para ella era normal que su belleza conquistara al mundo.
—Estoy con mi hermana—La sequedad de sus palabras no evitó que el hombre insistiera.
El Beta le dijo que yo también estaba invitada y Mel no tuvo más que aceptar.
Bajamos a la lujosa cafetería y nos dieron una mesa exclusiva.
La imponente figura de Liam Jones apareció ante nosotras.
Era muy educado,nos saludó y luego se inclinó hacía mi hermana.
Liam miró Mel con cierta devoción,ella de inmediato supo que la estaba confundiendo, pero no lo sacó de sí error.
—Soy el Alfa Liam Jones,¿No me recuerdas?
—¿Cómo? ¿Por qué debería hacerlo?
Liam lo tomó como un chiste y sonrió,estaba algo desconcertado.
—Ese día te llevé en mis brazos hasta la carretera,te coloqué mi collar …
Mel no sabía qué decir,yo mucho menos porque no me acordaba de nada,excepto del bendito collar,por el cual lloré y protesté en vano.
—No me acuerdo,dime qué más pasó.
—Me salvaste la vida,quiero hacer algo por tí.
En ese momento llegó el otro joven y él lo presentó como su hermano menor Noah, resultó tener la misma edad de Mel.
—Mucho gusto señorita—Le besó el borde de la mano y a Mel se le sonrojaron las mejillas.
—El gusto es mío,soy Mel Davis y ella es mi hermana Ava. —Dijo tratando de disimular su interés por el chico de cabello largo y mirada oscura penetrante.
La conversación fue amena y Liam pensó que debido al golpe en la cabeza ella no lo recordaba.
Al despedirnos el Alfa le dio su tarjeta de presentación a Mel,ella no perdió tiempo y le dio su número de teléfono.
Los días que siguieron nació una amistad entre ellos.Liam frecuentaba mucho nuestra casa.
Pronto el Alfa, se percató de la difícil situación económica de mi padre y le dio dinero para pagar sus deudas.
—No me debe nada,su hija salvó mi vida.
Mi padre calló y no dijo nada,era consciente de que yo por ser gordita no llegaría al corazón del Alfa,en cambio Mel con su belleza si podía.
—Para mí es un honor contar con su amistad,Alfa le estoy agradecido y está demás decir que es bienvenido a mi hogar.
En los días que pasaron Liam visitó mucho nuestra casa y se mostró muy amistoso conmigo,me veía como la tierna hermana mayor de su prometida.
—Ava,tu hermana mencionó que adoras los bombones de chocolate—Extendió su mano para darme el estuche.
Mis dedos rozaron su mano y sentí un ligero pase de corriente que me estremeció.
—Se lo agradezco,Alfa —Dije sin hacer contacto visual.
—No es nada,Ava.
En mi mente los recuerdos torpes me insinuaban que no era la primera vez que lo veía.
Por más que me esforzaba no lograba recordar nada,lo cierto es que cada vez que Camila me veía hablando con nuestro nuevo amigo se enojaba.
—¡Ubícate!,Ava. El Alfa Jones será el futuro marido de mi hija.
Al parecer quien no lo tenía claro era Mel,cuando el Alfa estaba en sus empresas,el auto de Noah se estacionaba en casa.
Camila pensaba que era simple amabilidad del futuro cuñado,Noah era algo sarcástico a veces.
—Vine a visitar a Ava,aunque no creo que ella me mire mucho,esa gorda lo que mira es la comida.
Camila y Mel le celebraban sus chistes malos y a mi me molestaba su presencia.
¿Cómo podía burlarse de mi situación?,desde el accidente me deprimí mucho y subí un poco de peso.
El único que me defendía era Liam,él pensaba que su hermano me molestaba porque estaba enamorado de mí.
Muchas veces se llegó a levantar en medio de la cena y le advirtió a su hermano que no siguiera con sus burlas.
Un alivio entraba en mi ser cuando él me defendía de manera tan afectuosa.