59. Alfa muerto
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Eva
El alfa de la manada Polvo de Luna estaba muerto. El consejo ya estaba en camino, y mientras esperábamos noticias del médico, un peso denso se instaló en mi pecho. No era nuestra jurisdicción, pero algo en mi interior me decía que esta muerte y la desaparición de Sofía estaban conectadas.
—No me gusta esto —murmuré, frotando mis brazos, intentando disipar el frío que no venía solo del clima.
Magnus, a mi lado, me observó en silencio por unos segundos antes de dar un paso más cerca. Su calor era una presencia innegable, una tentación que no debía permitirme sentir.
—A mí tampoco —respondió en voz baja—. Pero lo resolveremos.
No respondí. No quería admitir que estaba preocupada, no solo por la niña, sino por la sombra oscura que parecía envolverlo todo.
—¿Por qué desapareció así? —pregunté en un susurro, casi para mí misma.
—No lo sé —su voz era tensa, como si odiara no tener respuestas—, pero la encontraremos, Eva.
No estaba segura de si hablaba de Sofía o de otra persona