|Aisling Renn|
Salgo disparada como alma en pena, y lo primero que agarro del suelo antes de huir es mi teléfono roto. Corro por el pasillo a toda velocidad y, sin detenerme, bajo las escaleras que llevan al jardín trasero.
Ya sin aliento, me dejo caer en la banca de afuera, donde el viento helad