Capítulo 95. Bestialidad.
En cuánto llegó, Marcelo, su padre estaba hablando con Leonardo en la entrada de Aegis. Al ver la tormenta en los ojos de Johan, Marcelo solo le sujetó el hombro y afirmó con la cabeza. No quería disculpas, no las necesitaba. Verlo de nuevo era suficiente para él.
Aunque para su hijo no. Él sabía que debía hacer algo para remediarlo, solo que no era momento para pensar en nada más.
Caminó entre los segmentos de seguridad que dividían el espacio. Se hundió lejos de las oficinas, talleres o salas de prueba, llegando a lo más profundo y aislado de las instalaciones.
Anthony y Mateo tenían un bote de basura en llamas, lanzando ropa llena de sangre...y mas basura que se avivaba con el combustible.
Johan vio la extensión de hierro con el sello de la familia colgado en la pared y lo alcanzó para lanzarlo al fuego.
Luego, con pasos lentos y la camisa arremangada caminó hacia el par de hermanos que tenían la cabeza abajo. Uno sin una mano, otro sin un ojo. Cada uno casi sin costillas, por