Capítulo 93. Sin cadenas.
Royce tenía la cara contra el suelo cuando Johan apareció frente a todos, con la mujer en brazos. No entendía por qué el candidato contrario hacía todo eso por la mujer de su rival, pero al ver como ella se refugiaba en él lo entendió.
Esa mujer era suya.
Pero a Johan no le importaron las preguntas de nadie, dar explicaciones no era relevante aún cuando ninguno ahí sabía hasta ese momento que eso había escalado tanto.
Porque lo único que parecía necesitar era sacarla de ese sitio.
—Trumble está vivo— dijo Johan hacia Vladimir cuando alcanzó a verlo. —Que no muera aún.
Salomé alcanzó a ver a Royce y se encogió más en sus brazos. Eso le dio una idea del terror que le sembraron.
Johan no la soltó aún al llegar al auto. Abordó sin moverla demasiado porque estaba muy lastimada y a la menor brusquedad sabía que iba a hacerla probar el dolor otra vez. Y con el llanto que podía oír era suficiente para ella.
Salomé no lloraba con mesura. Era un torrente que brotaba de lo más profundo, com