Capítulo 67. Nevin Müller.
Habían pasado veintiocho horas, no veinticuatro como se suponía que debía ser.
Johan no le preguntó nada, no le reprochó un segundo ante tanto caos que se hacía ella sola.
Si que era dramática.
La vio vestirse a una rapidez que casi lo hizo tomarle el tiempo para inscribirla en unas olimpiadas. Si es que eso existía, ella ganaba definitivamente.
La preocupación no abandonó su rostro en el vehículo, pero tampoco en el avión cuando lo abordaron.
—Deja esa cara, bonito delirio— le apartó dos cabellos de la frente. Ella se veía aterrada.
—Tengo que estar a la dos en una entrevista— se quejó mientras escuchaba que estaban por despegar. —No llego ni con un milagro.
—¿Eso te asusta?— le besó los labios, pero ante la inconformidad en su rostro, solo se echó hacia atrás, tomó aire y buscó el teléfono.
Salomé solo quería hacer que su corazón dejara de estar tan lejos de la calma. Pero no podía, faltar a esa entrevista era casi como perder un poco del concepto de puntual que se ha