Capítulo 64. Contacto prohibido.
En cuanto llegó la mañana, Johan despertó y envió su maleta al vehículo, mientras se dijo que podía desayunar con todos antes de marcharse.
—¿Irás a la compañía así... de verdad?— Avery no podía disimular su dolor de cabeza, pero le causó diversión ver a su mellizo con camisa oscura, saco y los guantes que recibió, mientras sostenía el casco en una mano.
—¿Qué? Mal no me veo, de visitante no voy y lo que necesito lo tengo aquí— se apuntó la cabeza. —Por eso la protejo tanto.
—Cretino— murmuró Avery, aunque el golpe a propósito de Asher al colocar el casco en el piso la hizo cerrar los ojos, obteniendo la mueca de su hermano cuando se sentó a su lado. —¿Para qué vas a necesitar guantes para motocicleta si vas para la oficina?
—¿Vas a integrarte a la compañía realmente?— inquirió Johan. —El posgrado que dijiste de...
—Lo haré aún, pero también los honraré con mi presencia. Ya es mucha privación de ver a este monumento para algunos— Gálata no pudo evitar reír, mientras Marcelo simpleme