Capítulo 25. Punto de partida.
—Básicamente tenemos todo cubierto— señaló Franelli con la macbook frente a él. —Y finalizamos con tiempo, pese a que tu hermana y tu prima hicieron cuántos cambios les interesó.
El asesor de campaña inhaló profundamente, viendo que cada detalle tenía a alguien al frente y que este ya había reportado estar listo y completo.
—Sí, definitivamente estás listo solo para que la noche de tu lanzamiento de campaña llegue —mencionó. —La publicidad del polo fue una jugada arriesgada —dijo, girando apenas la cabeza hacia la ventana—, pero funcionó, y si la rueda de prensa la sabes manejar para tu beneficio, lograremos elevar más la aceptación de tu nombre incluso en los sectores que hasta ahora se mantenían neutrales —concluyó Franelli, cerrando la laptop con un chasquido—. Ahora recuerda que no sólo es New York lo que debes conquistar.
El candidato no respondió de inmediato. Su mirada estaba fija en un punto invisible, calculando algo ajeno a las gráficas y discursos políticos.
—Johan— la rea