Capítulo 130. Manipulación.
—Interrumpes, interrumpes y sigues interrumpiendo —exhaló Elías. —¿Cuál es la urgencia ahora?
—Quiero que muera— dijo Julián desde su auto. Hawthorne esbozó una sonrisa. —No quiero esperar más tiempo. Quiero que lo asesines ya. —No se escuchaba una sola duda. —Ese maldit0 merece tener la muerte. Dijiste que puedo pedir lo que sea y quiero eso.
—¿Tú eres estúpido?— se le vio tomando el bolígrafo que le extendió su secretaria mientras hablaba con el candidato. —Es algo obvio que la finalidad es asesinarlo.
—No me trates como si fuera un tonto. Quiero que muera ya, ¡hoy!— su voz entre dientes se percibió más iracunda.
Elías adoptó una pose menos interesada en el documento.
—Lo siento, no quise elevar la voz— se disculpó en cuanto sintió que el silencio había durado lo suficiente para darse cuenta de que lo había causado él. —Pero me estresa. Ese tipo se lleva mi calma... Me quitó todo. Se llevó algo que era mío.
—Estás aprendiendo a conocer la manera de actuar de un clan. Qué fenómeno de