Capítulo 122. Zumbido.
Los titulares seguían crucificando a Julián, pidiendo que Salomé regresara y aceptara presentarse ante las cámaras. Sí algo valoraban las revistas de chismes eran todos los acontecimientos que llenaban sus páginas y en la política tenían mucha tela para cortar.
Horas en las que los preparativos culminaron, con el candidato presentándose a la tarima donde el atril con el escudo de MIRAGE que brillaba más que nunca, como lo hacía el que tenía el PACTO y NEXUS.
El edificio brillaba por la opulencia, el grito elegante que movía a sus ocupantes y ese aporte político con los escudos de cada uno de los escudos de los partidos. En cada columna había una bandera, en cada salón se mostraban los rostros de los candidatos presidenciales y en el salón principal, más amplio que el resto, era claro que era la representación del poder que manejaba el dueño del emporio que a abarcaba la construcción. A Elías Hawthorne le gustaba hacer las cosas a lo grande y lo dejaba claro al llegar con un grupo ad