Capítulo 109. Alcanzable.
Una sonrisa abordó la boca de Salomé cuando el candidato le extendió la mano indicando que quería caminar.
—Fueron muchas horas de viaje.
—¿Necesitas estirar las piernas?— sacudió la arena de sus manos.
—Algo así— él sacudió la camisa. Era claro que odiaba tener calor, y con esa camisa por supuesto que la sentía mucho más que ella.
Decirle que se la quitara se escucharía extraño, y no quiso crear esa incomodidad en ese instante. Solo rió al verlo fastidiado, inconforme, pero sin mencionar nada al respecto.
Era extraño para Salomé ver al candidato luego de semanas, pero incluso al no tener un nombre para ello, su mente encajaba perfectamente las ideas. No resultaban una pesadilla o un desorden en esta ocasión. Su mirada nunca bajó, sus pasos no fueron nunca aquellos que debían vigilar, como antes en el hospital o en High Star.
Johan la encontró menos opacada, más viva. Y eso le decía mucho de los resultados que Eleazar prometió. Era justo lo que necesitaba, no tener du