Liah
Mi mente pasaba de un lado al otro. Kira, me dijo que ella no tuvo nada que ver, y le creo. Una cosa es que no quiera verme casada y otra es un secuestro. ¿Pero quién me quería hacer daño?
«Yo no contraté a nadie para hacerte daño; te encerré, pero yo hago mis cosas sola, lo sabes».
¿Quién es ese tipo? Y para culminar, mi papá se entera de la verdad.
«Es un desgraciado, se aprovechó de ti y de tu hermana, de toda la situación y dice que no se quiere vengar, además no le dijo a su hermano».
No podemos seguir pagando por las cosas que hace Kira.
«Aunque te hayas casado, no cambia las cosas, él me seguirá amando a mí».
—¿En qué piensas? —pregunta cuando se abren las puertas del ascensor.
Regreso a mi realidad, a mi nuevo hogar, a mi esposo y nuestra conversación.
—Tú y yo sabemos que este matrimonio no es por amor, te casaste conmigo para vengarte de mi hermana…
—Y tú te casaste conmigo para alejarme de ella y no hacer sufrir a mi hermano. —Eso no lo puedo negar.
—Pero estás enamor