¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Felis jueves santo lleno de emociones!!!!!!! Leandro ya converso con Liah. Liah, ¿sabra quien es o no Carlota? y lo mejor ¡Leandro en contro a su amada! ¿que creen que pasara ahora? Dejame en los comentarios y no te olvides seguir mis RS para estar al dia:
LIAHLlevo tres días pensando en lo que dijo el demente del camarero, Elías. Así dijo que se llamaba, pero no encajaba en lo que había dicho Kira.Ese hombre, lo que tiene de humilde, yo lo tengo de boba.—Hija —entra mi padre a la habitación —, nos regresamos en mañana al pueblo. Alista tus pertenencias.—Te ves serio, ¿sucedió algo en casa? —Se veía pensativo y papá nunca estaba serio, a menos que fuera por negocios o algo delicado en casa.—No, pero ya estuvimos mucho tiempo en la ciudad. Y tú, tienes un matrimonio que preparar.—Se va cerrando la puerta.Claro, exceptuando que el novio no me ha escrito ni llamado desde que llegué. ¿Seguirá molesto?Decido llamar a Emma y darle los últimos detalles para el evento de hoy y organizar lo que falta de los Koller, ahora que tenemos la lista de invitados y los obsequios estarán preparados para unas dos semanas, tal vez antes.—Hola, ¿cómo te fue? —Responde al primer tono.—Bien. Todo listo, ayer fui a ver a la organizadora de eventos que si
LIAHEl corazón me latía tan rápido que se me quería salir, no sé qué tiene este hombre que me pone tan nerviosa e irritante. Pero, sus ojos, ese par, tenían algo en particular que hacía que mi ser se estremeciera.—Te quedaste pensativa, ¿estás pensando en decirme quién soy?—Lo aparto una vez que vuelvo a mis sentidos.—Si no sabe usted, menos yo. Y no se acerque tanto, soy una mujer comprometida y esto no está bien.Su mirada y actitud cambiaron de una manera tan brusca y molesta, que se pudo sentir el cambio en el aire.—Tienes razón, la pelirroja dio su palabra, ¿la cumplirá esta vez?—Eso suena como un reproche. ¡Estoy loca!—Yo siempre cumplo con mi palabra. —Vuelvo a ver hacia la puerta y Emma ya no está. —De nuevo. Gracias. Adiós.Le doy un beso en la mejilla como si fuera algo natural y quedo en shock. No sé por qué hice eso.—Creo que me está afectando el vino —susurre.—Deberías tomar whisky, es mejor. —Responde con una sonrisa coqueta.—No me gusta el whisky, muy insípido pa
KIRA ¿Qué dijo? ¿Cómo sabe ella de eso? ¿A qué está jugando? —Te escucho, señorita sinceridad, y no se te ocurra decirme que no sabes de lo que te estoy hablando. Reacciona Kira. No hay manera que ella sepa lo que sucedió en España, aunque mentirle no es una opción. —No sé qué quieres que te diga. El único Elías que conocí, por así decirlo, fue un camarero que trabajaba en un café y no dejaba de acosarme. —¿Te acosaba? Fue quien te regaló el perfume y que aceptaste con gusto. —Soy educada, ¿qué querías? No podía botarlo a la basura. —Lo lanzaste por la ventana, ¿qué diferencia hay? Además, te conozco y sé que eres capaz de eso y más. —No sé qué insinúas, ni qué quieres escuchar. Esa es la verdad. Me observa, sin creerme una sola palabra, es una metida. —¿Por qué cree que te llamas, Carlota?— ¿De dónde saco esa información? —No lo sé. Es más, no tengo idea de dónde inventas tantas cosas. —Ahora estoy inventando. Más te vale que me estés diciendo la verdad, porque no quiero p
DemetryEsto era lo correcto, es mejor arrepentirse ahora y solventar, que cometer un grave error que nos costará la vida.El abuelo tiene dos días sin hablarme, no quiere que le toque el tema. El señor Lois sigue sin querer que me acerque a su casa, y Kira no para de llorar por mensajes quejándose de Liah.—Buenas tardes, —, mencioné al ver a Guille y mi tía en la sala.—Hola, Demetry —saluda mi tía sin quitar la vista del libro que está leyendo.—El abuelo, ¿dónde está? No lo he visto en todo el día.—Salió a ver a Don Juan, y encerrado en el despacho o en tu habitación, no creo que lo veas. —Dice Guille.—Estado trabajando en los informes de la empresa, juntas por online y cuando me desocupo, me encargo de algunas cosas de la hacienda.—Yo que creía que no nos dabas la cara. —Aclama mi tía —. Es bueno saber que cumples con tu deber, por lo menos, en el campo laboral.Dame paciencia.—No sé por qué se molestan tanto por mi decisión, es mejor rectificar ahora. Amo a Kira, y me casaré
Liah Me miro al espejo, con mi cabello suelto, mi piel blanca y pecosa, mis ojos verdes, mi cuerpo no tonificado y mi sobriedad. ¡Qué tonta en pensar que podía gustarle a alguien como Demetry! Era obvio que a los hombres les gusta alguien como Kira. Siempre es así; ella siempre consigue lo que quiere, no podía ser diferente. Fui muy ilusa al creer que el único hombre que me ha gustado no iba a caer en los encantos de mi hermana. Han pasado dos días y nadie se ha dignado a decirme lo que sucedió. Juegan a que todo está bien, y Kira siguiéndole la corriente como buena actriz y Demetry, aun sin darme la cara, una llamada o un mensaje. ¡Estúpida! Pensar que ese niño podía seguir queriéndome después de años. —Deja de llorar, —me dije al espejo: no seas tonta, no serás hermosa, no les gustarás a los hombres como los Koller, pero eres inteligente, astuta, exitosa, millonaria y profesional, no necesitas de ningún hombre para ser feliz. De repente, el sonido de mi teléfono me sobresalta,
LiahEntramos a la tienda y mi tía se sorprendió al vernos juntos, al igual que Myla y Carlos.—Hola mi niña.—¿Cómo está, señora Míriam? —pregunta Demetry—Estado mejor. ¿Qué haces por aquí?—Me lo encontré en la calle, y me acompañó hasta aquí—mencioné bajo esa mirada de que iba a ahorcar a Demetery.—¿¡Qué rayos hacen ustedes juntos!? —dice Emma al vernos.—Hola, Emma. Siempre tan amable.—Créeme soy amable. —Me observa y niego. —Estás vivo.—¡Emma!—Le grita mi tía.—No hay problema, después de todo tiene derecho a venir a verme, ¿verdad? —tomo el hombro de Demetry y sonríe.Emma me observa sin entender mi comportamiento, porque ya sabe que conozco la verdad, a diferencia del resto que está en la sala.—Vine hablar con Liah. —dice nervioso.—¿No es mejor que lo haga en casa con el permiso de sus padres?—acusa mi tía, enojada.—Tranquila tía. Todo está bien.—¿Seguro? —Escucho decir a Carlos, quien tiene una mirada de querer cortar a alguien.—Sí. Vamos a estar en la oficina. Carlos
LIAHSiempre he sido la chica callada, la que deja que su familia disponga de su vida, quería ir a la mejor escuela del país, pero decían que en la ciudad son muy liberales, con ideas muy desarrolladas dónde la mujer tiene los mismos derechos y deberes que los hombres; algo que no está bien visto en este pueblo que se quedó en el siglo pasado, por lo tanto, tuve tutores privados hasta que llegó el momento de entrar a la universidad, algo que a mi familia no le agrado en absoluto, así que la única opción era estudiar desde casa, a diferencia de mi hermana. Ella sí tuvo y tiene todas las libertades que yo desearía, a ella sí le ha permitido viajar multitudinariamente, nacional e internacionalmente, estudiar en la escuela del pueblo con todos los niños, e incluso ha vivido los últimos cuatro años en España con mis tíos. Nunca he entendido por qué a ella sí se le permite y a mí no. ¿Qué puedo decir?, después de todo soy la hija mayor y el futuro de mi familia depende de mí, o esa es la
LEANDRO Llevaba horas sentado, viendo y escuchando a una cantidad de personas que se hacían llamar publicistas, pero no tenían ni una pizca de ingenio y creatividad.—Leandro, ¿qué te parece? —Observé a los tres seres sentados a mi alrededor.—¿De verdad quieren que les diga lo que pienso de este proyecto o de todos?—Necesitamos un eslogan para el nuevo lanzamiento, hay proyectos interesantes, —dice Nio. Es un bueno relaciones públicas, pero su sentido de creatividad me preocupa. Miró a la joven, sin entender por qué sigue aquí.—Puedes retirarte, te estaremos llamando, —ordena Aarón, mi mejor amigo y abogado de la empresa. Esperamos a que saliera y empieza el ataque.—Por tu rostro debo pensar que no te agrada, —interrumpe Demetry, mi querido y relajado hermano menor.—Todos son mediocres —respondí.—Leandro, debes escoger, llevamos dos meses con este plan, el lanzamiento va a ser pronto y no tenemos publicidad.—Menciona Aarón.—Sé que eres exigente, pero puedes ser