**KLAUS**
Y mientras el silencio de la madrugada me envolvía, supe que Úrsula estaba cada vez más cerca de donde quería que estuviera.
Apenas crucé la puerta de mi suite, el cansancio del viaje y el peso de todo lo que había ocurrido comenzaron a asentarse en mis hombros. Cerré la puerta con calma, exhalando profundamente mientras recorría la habitación con la mirada. Todo estaba en orden, tal como debía estar. Pero sabía que la paz nunca duraba demasiado cuando los hilos de un plan como el mío empezaban a tensarse.
El sonido de mi celular vibrando sobre la mesa me sacó de mis pensamientos. Lo tomé sin prisa, observando el nombre en la pantalla. Pablo. Mi padre adoptivo, el único hombre que realmente me había enseñado lo que era moverse en este mundo con inteligencia, con precisión. Si él estaba llamando a estas horas, significaba que algo había cambiado.
Deslicé el dedo por la pantalla y llevé el teléfono a mi oído.
—Pablo.
Su voz no tardó en irrumpir con una mezcla de gravedad y urg