Sólo lo vi una vez y no deja de mandarme notas y regalos. Esto va de mal en peor, le tengo miedo a mi propia sombra, quiero que desaparezca.
Leer más-Penélope, ya vámonos- le grito mi mamá mi hermana desde la planta baja, como por quinta vez.
Le contesto con un simple voy, tome mi bolsa junto con mi celular y espera a que mi hermana bajara, cuando lo hizo, nos subimos al auto y mi mamá condujo hacia la plaza comercial.
Me llamo Anna Lewis, tengo quince años.
Y mi mamá quiso darle de regalo de cumpleaños (numero 18) a mi hermana una laptop, y vamos de camino a comprarla.
En cuanto llegamos, entramos a una tienda de electrónica, mientras ellas revisaban la mejor, yo me alejé y me senté en unas bancas que estaban por ahí. Sentía la mirada de un hombre, era demasiado incomodo, ya que era una mirada pesada y él tendrá al menos treinta años o más.
-Anna- me grito mi hermana- ¿Te gusta? - me pregunta cuando estaba frente a mí, me mostro una funda de color rosa.
-Está más bonita la verde- le conteste señalando la que estaba detrás de ella.
-No- la volteo a ver con desagrado- mejor la rosa- y se fue.
Ella ama lo rosa y yo soy todo lo contrario, aunque no entiendo para que me pide opinión si al final de cuentas, ella elige lo que quiere, empecé a observar la tienda con detenimiento buscando lalgo con que distraerme, vi que había una pantalla con una consola.
-Mamá- le hable y me volteo a ver- iré a los videojuegos.
-Con cuidado.
Asentí con la cabeza y fui a ver que juegos estaban de prueba, estaba uno de mis sagas favoritas, Mario Kart 8, seleccioné a mi jugador, el cual era Bowser; en la primera carrera quedé en cuarto lugar.
Volteé para ver si mi hermana ya había elegido, pero no, estaba tonteando con un chico que trabaja ahí, siempre es lo mismo con ella; volví a posar mi mirada en ese sujeto, seguía viéndome fijamente, hasta con cinismo, me volteé y seguí jugando sin darle mucha importancia a ese sujeto, al término de una carrera yo volteaba para ver si ya había escogido, incluso veía a este tipo, que seguia viendome, hasta sentía que se acercaba un poco más a mi.
-Andy, lleva esto a la bodega- el mismo chico que estaba hablando con mi hermana, se acercó a él con una caja en las manos, la tomó de mala gana y entro a un cuarto, haciendo que lo perdiera de vista.
Deje el control en su lugar y camine a los discos, busque alguno de mi agrado y encontré a Sam Smith, busque dinero en mi cartera para comprármelo, pero no encontré lo suficiente, la verdad me da un poco de vergüenza pedirle a mi mama dinero para esto, ya que normalmente le pido dinero para materiales de la escuela. Vi al mismo sujeto viendo en todos los pasillos como si buscara a alguien, cuando paso por el pasillo donde yo estaba, hasta pareció que tranquilizo su paso, fruncí el entrecejo por aquella reacción y deje el disco en su lugar, empecé a caminar por la tienda intentando desaburrirme, después de un rato regrese con mi mamá y mi hermana, pero continuaban viendo las computadoras, mientras, me estaba muriendo de aburrimiento.
Sque mi celular y entre a F******k, cheque lo nuevo que había en la página, mi mejor amiga había subido una foto conmigo, se llama Sandra, lo único malo de ella es que vive a dos horas de mi casa y no vamos en la misma escuela, le di me gusta a la foto y cómo no había nada interesante salí de la aplicación.
Hemos estado aquí aproximadamente dos horas y ya me quiero ir, soy una persona que si no tiene con qué entretenerse, se aburre muy fácilmente.
Y lo peor de todo, no es que no tuviera nada que hacer, bueno si, pero este señor, que ahora si lo puedo decir ahora, acosador, me seguía viendo con mucha atención; estaba haciendo que mi paciencia se agotara, no faltaría mucho para que le dijera algo, pero no quiero ser grosera. Volví a caminar por la tienda, vi sobre mi hombro y él no estaba, me metí al baño y desde la puerta me fijé si me seguía o no, pero no, estaba con sus compañeros.
Creo que ya es paranoia mía.
Después de hacer mis necesidades acomodé mi cabello y salí rumbo a donde estaba mi familia, me senté en la misma banca y vi a mi mamá pagando.
-anna, vámonos- me dijo mi mamá, mientras se acercaba a mí.
Me levante y camine junto a ellas.
-Señoritas- nos volteamos- olvidaron su funda.
Era el mismo tipo que no dejaba de verme, si mal no recuerdo su nombre era Alonso, no, creo que no era así.
No pude evitar mírarlo de mala forma y hasta me sonrió el idiota ese.
-Muchas gracias- le dijo mi mamá y salimos de la tienda.
Al llegar a casa pude sentarme comodamente en el sillón, por fin.
-Te tardaste años- le reproche a mi hermana.
-No fue tanto tiempo- sonrió- hazme un favor, saca las cosas y déjalas en mi cama, por favor, tengo que hacer una llamada.
Bufe y tome la bolsa que me estaba dando, entre a su cuarto y cuando la abrí, vi algo que me sorprendió mucho.
Es el disco de Sam Smith que quería...
Lo abrí y me di cuenta que en el reverso de la portada había una nota.
Me di cuenta de que lo querías, así que aquí esta preciosa, te vere luego.
¿Qué acaba de suceder?
No dejaba de tocar mis mejillas y verme todas las partes del cuerpo. —Bésame— me pidió y lo mire atónita— hazlo. Me acerque a él demasiado temblorosa, no podía juntar sus labios con los míos, mi corazón estaba oprimido, roce nuestros labios, pero él los junto. —Ya no puedo más. Susurro y me levanto en sus brazos y me sentó completamente en la cama. —Ya no puedo más— volvió a repetir mientras se acomodaba el cabello y desabrochaba sus zapatos. No... No... No... —Por favor, no lo hagas— le pedí mientras empezaba a llorar. —¿Cómo le pondremos a nuestro pequeño? Mi amor— se los quito por completo y los aventó al piso— si es niño Dennis, y si es niña también Dennis, se puede usar unisex, sería increíble y un sueño hecho realidad para mí ¿Te imaginas? — estaba sonriendo. —No, por favor. —¿Te gusta? — se mordió el labio— me alegro mucho de eso, imagínate, saldrá h
Cuando terminé de bañarme salí del baño, me había puesto lo mismo que traía, mis piernas no dejaban de temblar mientras caminaba hacía la sala, estaba segura que ya había regresado y si, estaba sentado en uno de los sillones con un botiquín en las manos y no tenía playera. Se estaba poniendo una gasa donde lo apuñale, después se puso una venda, le dolía, me pude dar cuenta de eso por los gestos que estaba haciendo, me acerque a él y al verme se levantó para acomodarse mejor la venda. —Tampoco vuelvas a hacer esto. Asentí con la cabeza, se acercó a mí y me abrazo, me apretó, instantáneamente supe lo que quería y lo hice. —Sólo es un mal día cariño— se separó— dicen que el primer año es el más duro, te limpio esa ceja. —No es necesario— le conteste omitiendo lo demás que había dicho. Me volvió a ver mal y me hizo una seña para que me sentara en el sillón, le hice caso y él se arrodilló frente a mí y pu
Me entró un escalofrío en mi espalda, me di la vuelta y me di cuenta que no estaba, me senté en mi cama y me froté los ojos, por un momento había olvidado esto, sentía que estaba en mi casa y que todo había sido una terrible pesadilla, pero no, está es mi realidad. Me levante de la cama y al verme al espejo me acomode mi cabello, me puse mis tenis y camine a la sala, él estaba en la cocina. Al verme sonrió. —¿Cómo amaneció mi niña? — me pregunto. —Bien. Me acerque a él y me tomo de la mano para que me sentara, puso enfrente de mí un plato con Hot Cakes. —Quiero que mi princesa tenga la mejor alimentación— me dio un beso en la cabeza. Seguramente me quiere engordar, para así poder torturarme mejor y asesinarme como a un cerdo. Se sentó frente a mí y empezó a comer, no comí mucho de nuevo; me daba tanto temor que le pusiera alguna droga a la comida e hiciera q
Cuando se fue, empecé a investigar en toda la casa, eran tres habitaciones y un baño; hasta ahora las que había entrado era donde había despertado, el baño y una habitación con una cama matrimonial. Busque en todos lados mis cosas, pero no estaba nada de mis pertenencias. Seguramente lo escondió muy bien, para evitar que lo encontrara. En el cuarto donde estaba la cama matrimonial, busque en el armario y había muchos vestidos y ropa de hombre. También busqué en la sala, pero nada, no había nada, incluso busqué un teléfono fijo, pero tampoco, no es tan idiota. Ahora si le pensó bien el imbécil. Me dedique a buscar más en la habitación principal, supongo, sabía que había algo aquí, no tiraría mis cosas, está demasiado enfermo, la cosa más mínima que pudiera tener de mí, estoy segura que se lo quedaría, pero como sabe que las voy a estar buscando, las guardó muy bien. Ya me estaba frustrando, no es posible
La puerta se abrió completamente y me dejo verlo. Era el maldito acosador. —Ya despertaste Ann— se acercó a mi sonriente y me levante de la cama— tranquila, aquí nadie nos vera. —¿En dónde demonios estoy? —En nuestra casa— sentí una punzada en mi corazón y empecé a llorar— no llores mi amor— me abrazo, mi cuerpo se sentía débil, trate de empujarlo, pero me abrazo más fuerte— no te vas a alejar de mí jamás, te lo prometo. —Por favor, déjame ir— solloce. —No sabes cuánto he estado preparando este momento, por fin voy a poder estar contigo Ann, no te pienso soltar— toco mis mejillas, temía que me besara de nuevo— ponte esto. Dio la vuelta hacía la puerta y tomo una bolsa y me la dio. —Se te vera hermoso— mis manos me temblaban, lo saque, era un vestido blanco— No querrás que te ayude ¿Verdad? Negué con la cabeza y volvió a sonreír. —Te veo en
Al día siguiente me apure para ir a la escuela, ya que se me había hecho un poco tarde. Estaba jugando videojuegos y no me di cuenta de que las horas pasaron demasiado rápido hasta que mi mama me lo dijo. Cada vez que mi papa ve las noticias, aparece la foto del acosador, cada vez se vuelven más aterradoras, el oficial Philip nos visitó en la mañana para asegurarse que todo estaba en orden, pero desafortunadamente no han encontrado nada de él, tampoco han llamado por teléfono para dar algún registro de él. No hay nada. Mis papas me llevaron como siempre, al entrar a la escuela, seguían viéndome, pero ya no tanto como ayer, pero ya la mayoría me evadía. Lo cual agradecía internamente, ya no era tan incómodo, me sentía más tranquila, más a gusto, pero no lo estaré del todo bien, hasta que lo atrapen. Al llegar a mi casillero lo abrí y había un sobre amarillo, lo abrí un tanto extrañada, había dos fotos
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