JULIAN
Carlos Anderson. El nuevo presidente temporal. Así me gusta llamarlo, porque en el fondo estoy contando los días para que Monserrat vuelva a ocupar el lugar que siempre le perteneció. Ese hombre podrá tener el cargo, pero no tiene el alma para sostener Belmont Motors, mucho menos la escudería.
Lo veo caminar por los pasillos como si todo le perteneciera. Se pasea demasiado por la escudería, y cada vez que lo hace me pregunto qué demonios está buscando. Porque esto, este mundo de motores, sudor, estrategias y riesgo, no es suyo. La escudería se maneja con otra lógica. Siempre ha sido un espacio separado de Belmont Motors, aunque compartamos nombre. Aquí mandan los pilotos, los ingenieros, los mec&a