La cabeza de Bianca daba vueltas, su cuerpo se sentía liviano… hasta que una punzada aguda de dolor la atravesó. Todo se volvió negro y perdió el conocimiento.
—¡Bianca! ¡Bianca! —Entre la niebla, alcanzó a escuchar que alguien la llamaba. La voz iba y venía, parecía cercana y lejana al mismo tiempo. Probablemente era Blake.
Con gran esfuerzo, logró abrir los ojos. Vio a Blake, cubierto de sangre, sujetando su mano con desesperación mientras intentaba sacarla de entre los restos del auto.
Bianca frunció ligeramente el ceño.
—¡Bianca! Quédate conmigo. Voy a sacarte de aquí.
Lo escuchaba, pero su cuerpo no reaccionaba. El dolor era tan fuerte que parecía que estaba muriendo. Sentía los huesos destrozados, la sangre fluyendo sin control.
Sus pensamientos se dirigieron a Dave.
¿Lo volvería a ver? ¿Cuándo regresaría?
La duda la invadió. Temía no sobrevivir hasta su regreso. Y con ese pensamiento, la oscuridad la envolvió una vez más.
En Mubluosia, el mundo empresarial estaba a punt