Mia
La verdad duele. Pero lo que más duele es todo lo que no dije. Las palabras que se quedaron atrapadas en mi garganta, las que jamás salieron. Estoy aquí, sentada frente a una hoja en blanco, con un bolígrafo en la mano, intentando organizar lo que siento. Intentando encontrar un camino en este laberinto emocional que he creado, pero no sé por dónde empezar.
Escribí la carta muchas veces en mi cabeza, y ahora que tengo la oportunidad de ponerla en papel, no soy capaz. ¿Cómo le explico a Alexander todo lo que siento, todo lo que he callado? El dolor, la confusión, la impotencia. No soy de las que ocultan sus sentimientos, pero con él… todo cambia. Con él, lo peor que puedo hacer es ser vulnerable.
¿Qué harías si supieras lo que siento? La pregunta resuena en mi mente como un eco, pero la respuesta parece alejarse cada vez más. La última vez que lo vi, el Alexander que conocí ya no estaba ahí. El hombre frente a mí era un extraño, alguien marcado por su pasado, por sus errores. Y yo…