Espero que un día me lleve un Prícipe azul al mundo sin tristeza. Pero eso nunca ocurre ni en mi sueño. Sin embargo, llega él...
Leer másHoy fue un día normal, nada especial. Solo quería cerrar los ojos y dejar de pensar. Me dolía todo el cuerpo, incluso el corazón. Pase lo que pase, no podía olvidar lo que pasó el otro día.
Esas manos seguían a tientas. No me gustaba nada, pero no podía resistirme. Eran fuertes y posesivas. No tenía más remedio que obedecer, incluso sin órdenes explícitas. Necesitaba pensar en lo que quería y hacerlo antes de que perdiera la paciencia.
Sentía algo duro y frío atacándome desde abajo, y sabía exactamente qué era. En ese momento, todavía me sorprendía tontamente que la erección de un vampiro estuviera fría.
Me muero.
Último capítulo