Después de la llamada, no lo pensaron dos veces. Se arreglaron la ropa lo mejor posible y salieron a toda velocidad hacia el lugar indicado por el detective.
El coche de Logan sorteaba el tráfico a una velocidad considerable. Tenían un poco de prisa por llegar a donde el detective había indicado a Mónic. Ella se veía demasiado nerviosa, y no era para menos.
Él le tomó la mano y le dio un ligero apretón. Sería lo que le había prometido: su apoyo, su amigo, sería todo... y este era el momento de demostrarlo.
En menos de quince minutos, llegaron al estacionamiento de una tienda de ropa, justo frente a la editorial.
Inmediatamente se dirigieron hacia donde estaba el oficial.
Dentro de una camioneta blanca cerrada, tipo van de carga, se encontraban otros dos agentes de los que habían inspeccionado los equipos de la editorial.
Estaban frente a un par de computadoras donde se mostraban, en varios recuadros, los videos de las cámaras de vigilancia instaladas en la oficina de edición.
Incluso