- Yo… Yo vine… -dijo Thiago sin encontrar las palabras correctas. - ¿Por qué demonios no me dijiste de él?
Dayana lo miro desconcertada y dijo:
- ¿De qué demonios hablas? ¡Pensé que hablaríamos de Liliana!
- ¡No! Primero quiero que hablemos de la existencia de un hijo nuestro… ¿Por qué putas nunca dijiste nada?
- Thiago, ¿A dónde quieres ir con esa pregunta? ¿Acaso crees que me vine al otro lado del charco solo para generar lástima?
- ¡Dayana…! -dijo Thiago exasperado.
- ¡Es la puta verdad! Ja, ahora resulta de Thiago Cedeño tiene conciencia y viene a buscarme porque sabe que tengo un hijo, ¡Por Dios! No te hagas el ofendido y sobre todo, no te hagas el interesado.
- ¡Tú debiste decirme! -dijo Thiago acercándose peligrosamente a Dayana.
- ¿Qué? ¿Qué querías que te dijera? Que luego de toda la m****a que me hiciste, fuera a tu casa y te dijera, ¡Thiago, vamos a ser padres! ¿Qué vamos a hacer? ¡Dios, Thiago! Se ve que vives en un mundo completamente diferente al mio.
- Tú no tendrías por