A la mañana siguiente, Thiago despertó tras escuchar a lo lejos cómo su móvil sonaba, reaccionó de inmediato pensando que podría tratarse de Dayana. En su mente, cruzaba el hecho de que, ella pudiera haber hablado con Rui y este quisiera verlo, pero no, al tomar el móvil y ver un número desconocido estuvo a punto de no contestar.
Al verlo con detenimiento, se percató de que el número era de México, por lo que, con un poco de duda, decidió contestar. Lo que escuchó lo dejó completamente congelado e impresionado, pues esta era la segunda vez que le tocaba ir a un lugar que prefería olvidar.
- Señor Cedeño, le hablamos de la SEMEFO, necesitamos que venga a reconocer los restos del señor Luis Fernando Cedeño Ruiz, él cual falleció en la unidad médico familiar número 15. -dijo el hombre al otro lado de la línea.
Thiago llevaba al menos un par de años sin saber de él, no podía creer la noticia que le acababan de dar desde el SEMEFO.
- ¿Señor? ¿Señor Cedeño? ¿Está usted ahí? -se escuchó la vo