Dayana se percató de que el hombre la miraba de una manera que hace mucho tiempo, no solía hacer, por un momento se sintió incómoda, pues esa mirada era la misma que le regalaba cuando se suponía, eran “novios” en su época de preparatoria.
- ¿Y bien? -dijo Dayana con seriedad señalando la silla frente a ella.
Thiago sonrió y tomo asiento, Dayana lo miro atentamente, el hombre aún conservaba esa sonrisa encantadora que podía poner a mujeres a sus pies, aunque con Dayana ya no causaba ese efecto.
- ¿Cómo has estado? -preguntó Thiago con interés.
- Bien, Rui ha estado bien… -dijo Dayana cambiando el significado de aquella pregunta.
Luego de que Thiago pidiera un café, se enfocó en aquella bella mujer que tenía frente a él. Sabía que esto no sería nada fácil, pero estaba convencido de que aún existía una posibilidad de enmendar todas las cosas que había roto y hecho mal desde siempre.
- ¿Qué dice Rui sombre vernos? ¿Le has comentado algo? -dijo Thiago nervioso.
- Aún no le he dicho nada, q