Era curioso ver cómo, con el paso de los días, Anya se aferraba a la idea de que, en algún momento, Theo volvería. En un abrir y cerrar de ojos, el tiempo había seguido su curso y un mes había pasado.
Anya mantenía la esperanza de que Theo podría volver en cualquier momento.
Ella solía escribirle un mensaje cada noche, en él, le contaba su día, le decía las cosas más importantes que habían ocurrido en su vida, pero, Theo no respondía.
Con el pasar de los días, esa luz de esperanza, cada día se va haciendo más y más pequeña.
Anya dejó de escribir, con ayuda del doctor Steven, ella iba comprendiendo sus sentimientos, iba sintiéndose mejor cada día y decide que no es tan bueno seguir escribiendo a Theo, pues nunca ha recibido respuesta, así que, finalmente, decide dejar de escribir e irse del loft.
Sabe que si Theo regresa, el sabrá dónde buscarla, pues Simone sigue a su lado y Robert, de vez en vez, se comunica con ella para saber cómo está.
Anya sabía que Robert, andaba vuelto loco, p