Anya salió de la sesión con el doctor Steven, ella se sentía un poco desahogada, pero no quería decir que estuviese bien, aquella terapia había servido para sacar lo que pensaba y sentía en ese momento, pero el doctor, le había hecho darse cuenta de que estaba siendo injusta con las personas a su alrededor.
Ella tenía mucho que sanar, pero no debía dañar a personas que la rodearan en el proceso. Con aquello en mente, se dirigió al Loft en lugar del instituto, ella necesitaba estar cerca de lo que hace días era suyo.
Esa noche lloró, en aquella cama que por días compartió con Theo, el aroma de su perfume aún se encontraba impregnado en su almohada, en las sábanas, incluso en su bata de baño, sus cosas seguían ahí tal como si él fuese a volver en cualquier momento.
Con aquella pequeña esperanza, ella se fue a la cama, aún no era ni de noche, no obstante, no tenía ánimos para nada, solo quería cerrar los ojos, solo quería que, al abrirlos, él estuviese ahí, mirándola tal como la pri