Dayana, no podemos seguir ocultando lo que sentimos, yo siento algo por ti y tú también lo sientes, de lo contrario, no haríamos lo que hacemos. Además, no estamos haciendo algo que no debamos, te deseo y eso no te lo voy a negar, sí, te deseo y no hay momentos en cada uno de mis días en que no vengas a mi mente.
Estamos casados y solo tenemos dos opciones, seguir odiándonos mutuamente y de vez en cuando hacer lo que mejor sabemos hacer juntos… -dijo Thiago besando el cuello de Dayana y haciéndola sentir un escalofrío.
- ¿Cuál es la otra opción? -pregunto Dayana aun sintiendo como Thiago lamia su cuello.
Al hacer esa pregunta, sintió cómo Thiago sonrió sobre su piel, levantó el rostro y dijo:
- La otra opción es que ambos, tal como tú lo dijiste al inicio, saquemos lo mejor de esto y hagamos lo mejor que sabemos hacer estando juntos.
Dayana, no quiero que uses una habitación para vivir en esta casa, pues tu lugar está aquí, conmigo, en esta cama, a mi lado, aquí en cualquier parte a d