Max Jr.
Amar a Malena fue y siempre será una maldita montaña rusa, como desde el primer segundo.
Ese día me tocaba dictar un taller sobre negocios internacionales en la universidad donde había estudiado.
Lo había hecho mil veces antes. Era parte del programa de jóvenes CEOs que impulsaba junto a mi padre y otros ejecutivos.
Nunca esperé que ese día las cosas cambiaran para siempre.
Desde que me gradué y me hice cargo de parte de la empresa, me compré un apartamento en la ciudad. Cerca de la oficina, lejos de la mansión. Cerca del ruido, de mi independencia… lejos del control cariñoso pero sofocante de mis padres.
Los visitaba todos los fines de semana, claro. A veces coincidía con ella. Otras veces, no.
Y no voy a negar que era atractiva.
Malena siempre había sido linda. De esas chicas que crecieron a tu lado, pero un día te das cuenta de que ya no es una niña.
El problema es que… bueno, era casi mi prima.
Hija de mis tíos Sofía y Lucas. Las personas que me cuidaron mil veces cuan