MATTHEW GRAYSON
Casarme con Julia era un movimiento estratégico bastante beneficioso para la empresa. Nunca le hablé de amor. Yo la necesitaba para resolver cada error que yo no fuera capaz de ver y, ante mis ojos, ella conocía la empresa tan bien como yo, jamás había conocido a una mujer tan capaz e inteligente.
A cambio ella podía caminar por las calles sin que ningún policía la atormentara. No debía preocuparse por las deportaciones. Era un trato justo y frío, y no tenía problemas con eso. Nunca me importó.
Solo era un asunto trivial.
—Matt, no sabes cuanto me alegra que por fin te decidas a sentar cabeza —dijo mi madre el mismo día que presenté a Julia como mi prometida. Parecía nerviosa y se frotaba las manos como si hiciera frío, aunque estábamos a mitad de verano—, pero… ¿una latina? ¿Estás seguro?
Sonreí con los dientes apretados y los labios tensos. Me había presionado hasta la locura para verme casado, y ahora tenía un problema con la ascendencia de Julia. Parecía que nada