Pronto, Álvaro se despidió y se fue.
Octavio se quedó de pie frente al ventanal, observando cómo Álvaro abría la puerta del copiloto para Noelia y cómo el auto se alejaba a toda velocidad.
—Amor…
La voz de su esposa, Carmen, sonó detrás de él. Octavio, sin darse la vuelta, frunció el ceño y respondió en voz baja:
—Alvi dijo que Gabriela volvió a la Isla Mar de Cristal.
Carmen también se quedó perpleja por un momento, luego comentó:
—Hace años que no regresa. Después de todo, es el lugar donde creció…
Octavio miró a su esposa. Los dos se quedaron en silencio, comprendiendo lo que ambos pensaban.
Finalmente, Carmen habló:
—Tal vez Gabriela finalmente ha hecho las paces con su pasado y decidió volver. Eso podría ser algo positivo.
Pero al ver el profundo ceño fruncido de su esposo, su expresión se tornó severa y molesta:
—Ahora tenemos un problema más urgente que resolver para Gabriela.
Octavio, confundido, preguntó:
—¿Qué problema?
—¿No te diste cuenta? ¡Noelia está embarazada! —Carmen,