Anyi
Camila tiene 22 años, una mente aguda, una lengua afilada y un cuerpo que aún no ha sido amado con verdadera hambre. Estudia derecho, vive sola y se mantiene enfocada en sus metas, evitando a toda costa distracciones emocionales o aventuras pasajeras. Hasta que aparece Julián: un hombre de 45 años, elegante, seguro, con una mirada que no pide permiso… la toma.
Es el mejor amigo de su padre. Un hombre que no debería verla como lo hace. Y, sin embargo, lo hace. Desde el primer instante, Julián la observa como si pudiera desnudarla con la mirada. Como si supiera exactamente qué botones presionar para despertar en ella deseos que siempre había controlado… hasta ahora.
Lo que comienza como una tensión silenciosa se transforma en un juego peligroso, donde cada encuentro casual está cargado de insinuaciones, cada palabra tiene un doble sentido, y cada roce accidental enciende el fuego. Camila sabe que está mal. Él es demasiado mayor. Demasiado cercano a su familia. Demasiado prohibido.
Pero hay algo en la forma en que él la domina sin tocarla. En cómo la hace temblar solo con una mirada. En cómo la trata como una mujer… no como una niña.
Seducida por lo prohibido es una historia de deseo creciente, de límites cruzados, de erotismo sin censura y emociones intensas. Un viaje donde la atracción no pide permiso, y el placer se convierte en una adicción peligrosa.
Porque a veces, lo más prohibido… es precisamente lo que más deseas.