PrometidaES

Toda historia tiene su inicio, el mio comenzara por mi presentación; mi nombre es Annastasia Cabello Bulosh, tengo 16 años, mi madre es Clary Bulosh Cabello, mi padre es Antonio Cabello Bulosh y mi hermano es Erick Cabello Bulosh.

Somos una familia de gran prestigio en París; mi padre es un respetado empresario, es dueño de la mas grande empresa en Francia, Real Fountich; mi madre es una de las modelos mas famosa en el país.

Mi hermano esta estudiando para seguir con la empresa de mi padre, a él no lo he visto desde los 5 años, mis padres lo llevaron a estudiar en los estados unidos.

Hoy justamente lo voy a volver a ver, quiero saber como es, que tanto a cambiado, de chiquitos nosotros eramos muy unidos, solo espero que volvamos a tener la misma relación, aunque eso esta en duda viendo el tiempo que hemos estado separados.

En estos momentos me estoy alistando para ir al colegio, estoy en el ultimo año de preparatoria.

Traigo puesto un vestido verde menta ceñido al cuerpo hasta la cintura, de ahí para abajo es suelto, unos tacones blancos no tan altos( los cuales me los quitare apenas este en el colegio), y un morral azul celeste.

Me hago una trenza en forma de balaca y me desenredo la parte trasera de mi pelo castaño claro.

Bajo a desayunar; a medida que me voy acercando a la cocina un olor delicioso inunda mis fosas nasales, miro y en la mesa hay unos crepes deliciosos, de inmediato voy y muerdo uno.

- señorita Anni, ¿ que estas haciendo?- me atraparon.

Me giro lentamente y veo a Alice, mi nana.

- nada- la miro inocente.

- que glotona eres mi niña- dice con una sonrisa.

Mi nana me ha cuidado desde que tengo memoria, a sido como una madre para mi, ya que la verdadera estaba ocupada en desfiles de moda; mi nana fue un gran apoyo para mi cuando mi hermano se fue, es una de las personas mas especiales en mi vida.

- lose nana, pero cuando mi mamá no esta no puedo comer casi nada- me le acerco tratando de apelar su lado bueno.

- de acuerdo, esto sera un secreto entre las dos- dice y mueve sus dedos en sus labios simulando que los esta cerrando.

- gracias nana- digo y la abrazo.

- ¿ que es lo que huele tan delicioso?- dice una voz entrando al comedor.

- son los deliciosos crepes de mi nana - contesto soltando a mi nana.

- no esperaba menos- dijo Miguel, nuestro chofer.

Él al igual que mi nana son como de la familia, y para mi, mis segundos padres, o primeros.

Miguel acerca su mano a los crepes y veo a mi nana correr hacia él para pegarle en la mano.

- ni se te ocurra probar uno- le dice mi nana apuntándole con el dedo - son para el señor.

- pero se ven deliciosos- refuta Miguel.

- pues que mal por ti.

- y ¿porque la señorita Anni tiene uno?- me señala Miguel y detengo el movimiento de mandarmelo a la boca.

- porque quise, ahora vete a lavar el carro- dice mi nana sacando un refunfuño de Miguel mientras yo doy una sonrisa de boca cerrada al ver la escena de estos dos.

- preferencias- refunfuña Miguel y se va de forma chistosa de la habitación.

Nana y yo nos reímos.

- bueno mi niña, apúrate o llegaras tarde al colegio- va a la cocina - aquí esta tu batido de fresa y una tortilla.

Se ve delicioso.

- gracias nana.

- no hay porque- dice nana y al momento bajan mi mamá y mi papá.

- buenos días señores- saluda nana con respeto ante mis padres.

- buenos días Alice- dicen ambos al unisono.

Se sientan en la mesa y mi nana les trae el desayuno.

- no se te olvide llegar temprano, hoy no puedes quedarte en nada de porristas- dice mi papa, sin ni siquiera saludarme.

- hola papá, yo amanecí bien y ¿tu que tal?

- no se te vaya a olvidar- dice mi papá sin colocar mínimo de atención a mis palabras, algo usual en él, un hombre de negocios que no se va a pormenores, porque aunque no lo crean, yo soy un pormenor.

- si, mi hermano regresa, claro, aquí estaré- digo para dejar de lado la situación.

- no solo eso hija, también les tenemos un anuncio importante- dice mi mamá uniéndose a la conversación y provocando que mi frente se arrugue al no saber lo ultimo dicho.

-¿anuncio?¿cual?

- lo sabrás cuando regreses, ahora apúrate o llegares tarde al colegio- dice mi mamá dejando me con la intriga.

- de acuerdo - digo rendida.

Me levanto de la mesa y me despido de ellos al igual que de mi nana.

Salgo de la casa y me dirijo al garage donde se encuentra Miguel.

- hola señorita.

- hola Miguel.

- vamonos- yo asiento y me subo al auto, el cual es una toyota color blanca, muy hermosa.

¿ cual sera el anuncio?, mis padres si son..., me dejan con la intriga, ahora no me lograre concentrar en toda la clase.

- llegamos señorita- dice Miguel y se baja para abrirme la puerta.

- gracias.

- nos vemos señorita, diviértase- asiento en respuesta.

Espero que Miguel se vaya y cuando me cercioro del todo, me siento en una de las bancas de afuera y me quito los tacones para sacar mis botines, estos son color negro.

No me gustan los zapatos altos, solo los uso porque mi mamá me obliga,para ella los tacones son los mejores amigos de las mujeres, para mi son los enemigos numero uno, pero en el colegio ni tengo a nadie que le diga que no los estoy usando.

Empaco los tacones en mi bolso y entro al colegio.

Apenas paso la puerta todas las miradas están en mi, no es de extrañar, soy muy popular, todos me conocen por el reconocimiento de mis padres, y que también soy parte de las porristas, la capitana.

Camino hacia mi casillero y saco mis libros.

- hola linda- escucho un susurro en la oreja que me provoca que salte en mi puesto, de inmediato me volteo

- ¡Cameron!, me asustaste- le digo mientras le doy un pequeño golpe en broma.

- ni que fuera tan feo- dice con una sonrisa para agarrar mi cintura con uno de sus brazos.

- un poco si- digo para molestarlo.

- a si- dice para luego agarrar mi cara y estampar sus labios contra los míos empujándome contra el casillero por el beso, no le respondo al instante pero no duro mucho para reaccionar y envolvernos en una burbuja en la cual solo nos concentramos en los movimientos de nuestras bocas.

Cuando la falta de aire se hace presente nos separamos un poco para así ver una sonrisa en el rostro de mi novio.

- no lo vuelvas a decir- dice y yo sonrió para volvernos a besar.

Cameron es mi novio, es el capitán del equipo de fútbol, él es alto, un poco mas que yo, musculoso, rubio y sus ojos son color miel.

Se que suena lo típico cliché, que la capitana del equipo de porristas y de fútbol estén juntos, pero que puedo decir, supongo que prefiere un poco de cliché en mi vida.

Nosotros hemos sido novios desde mis 13 años, pero mis padres no lo saben, ellos no me dan permiso de salir con nadie, lo cual es una total ridiculez en mi opinión, por tanto tuvo que ser secreta nuestra relación, claro que en el colegio todos lo saben, pero por fuera no nos podemos arriesgar pues mis padres conseguirían esa información rápidamente.

- basta, tortolitos, ya con tanta cursileria- dice Priscila, mi mejor amiga y la sub-capitana del equipo de porristas.

- celosa de que tu no tienes a nadie- dice Cameron para provocarla.

- discúlpame Cameron, mejor vete o te estampillo contra los casilleros- Priscila pone sus manos en puño y los apunta a Cameron, este se ríe para luego darme un beso en la frente y marcharse.

- ustedes si que pelean- digo ante su relación.

- él me provoca.

- aja.

- ¿ ya le contaste a tus padres de Cameron?- dice Priscila cambiando de tema.

- no, no he encontrado el momento indicado

- no lo has encontrado o te da miedo- diablos.

- ya, es que nose como se los puedo decir sin que me quieran cambiar de colegio y luego matar a Cameron- le digo para después ver como ella coloca sus brazos cruzados en su pecho.

- no seas idiota, no te cambiaran de colegio- dice bromeando, a lo cual le respondo con un golpe en su brazo - perdón, no mataran a Cameron, tal vez lo obliguen a que él se vaya del colegio - vuelve a bromear, pero no me da ni un mínimo de risa.

- no ayudas.

-de acuerdo, todo estará bien, solo tratalos de la mejor forma y ayùdalos con todo, así serán mas compasivos y tal vez te digan que si, o al menos me funciona con mis padres.

- si, pero tus padres no son los míos.

- tienes razón- coloca su mano en su mentón- Cameron ya falleció.

- cállate- le vuelvo a pegar en el brazo - solo vamos a clase.

Pasan las horas de clase en las cuales me aburro bastante, hoy definitivamente no es mi día, no entiendo ni un mínimo a todo lo que colocan en la pizarra, es como uno de esos días en los cuales ni aunque des todo de ti consigues que algo quede grabado en tu cerebro.

- vamos- me dice Priscila cuando por fin suena la campana de la ultima clase.

- si, vamos- respondo para levantar me de mi puesto y disponernos a los pasillos.

Iremos a cambiarnos para ir a nuestra practica, tenemos ensayo de la coreografía para el partido, pero esta ves el entrenamiento durara poco, o al menos mi participación en este, puesto que mis padres me dijeron que llegase temprano.

- muy bien muchachas, estiremos el cuerpo y movámonos un poco.

Comienzo a realizar ejercicios de estiramiento y ellas me siguen.

- de acuerdo, les enseñare los pasos para el siguiente partido, quiero que me presten cuidado y luego ustedes lo repetirán- todas asienten- para esto me acompañara Priscila.

Comienzo a realizar los pasos de baile y ellas me prestan cuidado a cada uno de estos, apenas termino les indico para que ella lo hagan, mientras están en eso las voy corrigiendo junto con Priscila a la cual ya le había enseñado la coreografía tiempo atrás.

Después de un rato las detengo.

- bueno muchachas, sigan repasando la coreografía y eso sera todo por hoy, si tienen alguna duda consúltenlo con Priscila o me buscan mañana- me despido para así retirarme del campo.

- ANNI- gritan mi nombre haciendo que detenga mis pasos.

Me giro encontrando me así con mi novio.

- ¿ a donde vas tan temprano?- pregunta Cameron, trae puesto su uniforme del equipo.

- hoy llega mi hermano, y mis padres me pidieron que llegara temprano- le explico.

- ¿ te acompaño?

- no es necesario, tu quédate practicando, a mi me recoge Miguel- le doy un beso en la mejilla - adios.

- así nadie se despide- me agarra la cintura y me acerca a él dándome un beso, luego me suelta - adiós- se despide con una sonrisa para así liberar mi cintura y permitirme irme.

Salgo del campo, miro a Miguel junto a el auto y me subo en este, después de un rato llegar a la casa; me bajo y entro en esta.

-¡ ya llegue!- grito entrando a la casa.

Al pasar por la sala veo una figura sentada en un sillón.

-¡¿ donde estabas?!- me pregunta mamá, me mira de arriba a abajo - vienes del entrenamiento de porristas- deduce al ver mi atuendo- te dijimos que no fueras.

- llegue temprano - digo tratando de defenderme.

- no importa, alístate rápido antes de que llegue tu hermano.

- de acuerdo- camino a las escaleras pensando en su empeñada actitud y super emoción por el recibimiento de mi hermano, ni porque necesitase vestirme elegante para recibirlo, es solo Erick, una persona que se va como si nada de la casa y que ahora llegue de repentino momento a quien sabe que...

El timbre de la puerta detiene mis pensamientos.

-¡ ya llego!- grita mi mamá nerviosa.

Jamas la había visto nerviosa.

- Antonio, llego- dice mi mamá y me voltea a mirar -¿ que haces ahí parada?, ven, ya tienes que recibirlo así- habla y por su mirada se que no esta contenta por que no haya alcanzado a cambiarme.

Me le acerco y mi papá sale de la habitación en la cual se encontraba.

-¡ Alice, abre la puerta!- grita mi mamá y mi nana sale de la cocina.

- voy señora- contesta esta.

Mi nana se acerca a la puerta y la abre. Al estar esta abierta veo a un joven alto, demasiado, musculoso, castaño y de ojos azul marino , trae una camisa negra , un jeans azul oscuro y unos zapatos blancos.

Él, ¿es mi hermano?