Dylan Dallas, es un profesor que imparte clases en la misma universidad a la que asiste Violeta Morgan la hija de un poderoso y conocido mafioso llamado Demian Morgan. Este profesor no se imaginaba que sería la obsesión de un Morgan, o mejor dicho de la mismísima Violeta quien se empeña en seducirlo y acosarlo sin parar. Una noche ella irrumpe en su casa y un Dylan muy cansado de su infantilismo decide darle una pequeña lección terminando por meterse entre sus piernas, pero acaba por caer en su propio castigo quedando cautivado por Violeta Morgan. Al principio le cuesta aceptar que empieza a sentir algo por ella, pero luego ya era demasiado tarde para este profesor quien estaba más que embrujado por la actitud de esta mujer. No obstante, Dylan estaba más que claro que para Violeta solo era un capricho más y que sus sentimientos no eran para nada parecidos a los de él. Era fácil saberlo, provenía de una familia de mafiosos crueles, fríos, pero sobre todo desquiciados… aun así, a pesar de que él trataba de mantenerla alejada Violeta siempre buscaba la manera de estar cerca de él y dado el estilo de vida tan peligroso que llevaba, el profesor en más de una ocasión le tuvo que salvar la vida ya que un potencial enemigo intentaba asesinar a la hija de Demian. Violeta creía que Dylan era fácil de manipular, que sería muy fácil para ella tenerlo y hasta cierto punto creyó que lo estaba logrando pero no fue así. Ya que Dylan no era un simple aburrido profesor como todos creían, era alguien que escondía un oscuro y sórdido pasado del que estaba huyendo, del que la misma Violeta debía cuidarse… descubre que acaecerá entre Dylan y Violeta y su tórrido amor prohibido.
Leer másEl rugido de las detonaciones del arma resonaba en la sala de disparos de la casa de Demian Morgan, un espacio que habían mandado a diseñar en los planos de la nueva casa que ordeno a construir. Pensó habilitar un sitio donde todos pudieran practicar para entrenar o bien sea para aliviar el estrés. Esa tarde Violeta Morgan mantenía sujeta un arma la cual descargaba en segundos sobre la figura de un hombre de papel.
Ese día la joven se sentía frustrada ya que su adorado profesor no había ido a clases, ¡Era un idiota! Pensaba mientras disparaba repetidas veces el arma entre sus delicadas manos. Se preguntaba ¿Porque demonios no había ido a dar clases ese día? Era tanta su molestia que cuando supo que el tipo faltaría se saltó las demás materias, no le interesaba asistir a ninguna más si Dylan no estaría en la universidad.
El cartucho se vacío, lo que la llevo a recargar nuevamente el arma para apuntar sobre su objetivo nuevamente. Estaba furiosa, hasta llego a pensar que el beso que le había robado el día anterior tenía mucho que ver con su ausencia ese día. De solo pensar que a Dylan le causaba incomodidad o molestia que ella lo besara la enfurecía, frunció el ceño cuando la sangre comenzó a hervirle… descargo el cartucho del arma una vez más hasta que la misma comenzó a expulsar humo por el caño.
—¡Que idiota! ¿Cómo se le ocurre hacerme ese desplante?—Exclamaba mientras recargaba velozmente el arma—.Ya vera que conmigo no se juega, ni mucho menos me hacen una insolencia como esa.
Refunfuñaba, al levantar la mirada se da cuenta que la figura masculina de papel estaba completamente destruida es más estaba cayéndose en pedazos… de pronto el sonido del aparato que mueve las imágenes se mueve acercándola hasta ella para cambiarla, la joven mira de reojo, la imponente figura de su padre quien había presionado el botón para cambiar la figura de papel. Su padre se acercaba a ella hasta quedar a su lado.
—Lo has destrozado por completo, ¿Acaso estas enojada, Violeta?
—Hola padre, ¿Qué estás haciendo aquí?
—Esa pregunta debería hacértela yo, si no me equivoco a esta hora deberías estar en clases y en vez de eso aquí estas destruyendo todas estas figuras ¿Puedo saber el motivo?—Pregunta de forma impasible mirando al frente.
—No es nada papá, sabes que no me gusta que me estés espiando.
—Es mi deber saber el paradero de todos mis hijos y nietos.
—Eres muy controlador, ¿Mamá nunca te lo ha dicho?—A Demian se le escapa una leve sonrisa.
—¡Desde el día que me conoció!
La joven a su lado niega mientras cambia la figura de puntería. Realmente el papel estaba hecho trizas. Vuelve a mirar a su padre a su lado provocándole un poco de incomodidad, no era usual en él estar muy cerca de ella, por lo general siempre le daba su espacio. Pero desde que comenzó las clases parecía muy intenso.
—¿Por qué te has metido en el baño de hombres el día de ayer, Violeta? —Por supuesto, eso era toda la intimidación de su padre, los idiotas guardias le habían ido con los chismes ¡Malditos guardias! Siempre estaban metidos en todo, masculla para sus adentros.
—No quiero que me pongas guardias, son molestos.
—Eso no responde mi pregunta, y por tu bien será mejor que la respondas con sinceridad. De sobra sabes que siempre descubro las cosas.
¡Demonios! su padre era abrumador, no podía hacer nada fuera de lo normal porque todos sus movimientos estaban siendo vigilados. Como si no tuviera más hijos a los que atormentar. Niega apretando el botón rojo para alejar la figura de puntería.
—Papá, tienes que dejar el empeño de estar detrás de mí a todas horas. Invades mi privacidad y sabes que eso me irrita.
—Violeta…—Advierte en tono amenazador.
—Demonios papá—Rueda los ojos—.Solo seguía a una persona, es todo ¿Estas contento?
—¿A quién?—En esa oportunidad la observa.
—Eso no puedo decírtelo todavía, y espero que te conformes con la información que te estoy suministrando. Odiare pensar que me vas a espiar a fondo.
—Eres una Morgan sabes los peligros que hay allá afuera. Si no se de tus movimientos ¿Qué clase de padre seria?, Violeta.
—No es necesario que me lo recuerdes a cada rato—Demian se da la vuelta para marcharse.
—Tendré los ojos puestos en ti, recuérdalo.
No era preciso que se lo recordara, ella sabía muy bien de lo que era capaz su padre. No era el jefe de la mafia por nada. Ella suspiro dejando a un lado las advertencias de su papá, no necesitaba estar concentrada en él. Su único objetivo en esos momentos era Dylan, levanto el arma contra la figura de papel.
—Tú vas a ser mío Dylan Dallan, se lo que quiero y lo que deseo es que tú seas mío—Finaliza disparando el arma contra su objetivo.
[…]
Despierta sobresaltado de una pesadilla en la que él era el centro de atracción, todo su cuerpo estaba cubierto por perlas de agua de sudor. Dylan descubrió su cuerpo de la pesada cobija para ponerse en pie siendo natural en él la desnudez que cargaba en esos momentos. Total vivía solo… encamina sus pasos hasta el frigorífico para sacar una cerveza, el sonido creado al destapar la lata le produjo una insaciable sed. Ansioso por darle un sorbo a la bebida por cuyo orificio burbujeaba una importante cantidad de espuma blanca, el muchacho llevo sus labios hasta el hueco de la lata deleitándose con el sabor amargoso de la cerveza.
De inmediato sintió como todo su cuerpo se refrescaba, de un solo trago se bebió el contenido de la lata para luego estrujarla y tirarla al cesto de b@sura. De inmediato regreso hasta su habitación yendo directamente hasta el baño, necesitaba una ducha ya que todo su cuerpo se encontraba pegostoso… para cuando se hallaba debajo del chorro de la regadera Dylan no dejaba de pensar en esa muchacha, su alumna, era un problema para él en vista de que no deseaba involucrarse con una estudiante.
No obstante, ella parecía tener otros planes para con él. Unos en lo que no estaba interesado en participar, solo causaría inconvenientes en su vida. Eleva el rostro dejando que el agua se llevara la pesadez de su cuerpo, abrió los ojos y de inmediato recordó aquellos ojos marrones. ¿Por qué justamente tenía que ser esa chica? La hija de un mafioso poderoso, podrían cortarle la cabeza y desaparecer su cuerpo si llegan a enterarse que tuvo un roce con esa muchacha en el baño de los hombres.
Dylan aprieta los puños con fuerza hasta que sus nudillos blanquearon, no la podía dejar hacer lo que quisiera. Solo era una niña malcriada, la última hija del mafioso más poderoso que existía, el jefe de los jefes. No era para menos que se sintiera incomodo con que ella lo haya elegido a él para ser su capricho del mes o la semana.
—¡Maldita sea!—Mascullo irritado.
Inclino un poco la cabeza, de su cabello caía una cortina de agua que terminaba en el piso volviendo un rio fluir entre sus pies. Quería volver a la universidad pero con Violeta siguiéndole los pasos como podría trabajar, ella era una amenaza andante. Cerró el grifo, lo único que se escuchaba era el sonido de las gotas de agua que caían de su cuerpo. Al salir del baño secándose el cabello inmediatamente sus ojos enfocaron aquellas bragas sobresalientes del bolsillo de su saco, unas que ella misma metió en su boca el día anterior. Dylan frunce el ceño con evidente molestia.
—Solo es una cría que necesita que su padre le dé un buen escarmiento. Soy muy grande para ella, a su edad ni sabrá lo que quiere. Seguramente solo es la hija mimada de papi, debo mantenerla alejada de mí.
Dicha aquellas palabras toma las bragas de Violeta para deshacerse de ellas tirándolas al cesto de b@asura. No necesitaba a una chiquilla acosándolo por todas partes, mañana regresaría a dar sus clases y le pondría fin a esa caza absurda que esa mujer pensaba montarle.
nota: actualización diaria. Bienvenidas...
La clínica familiar de los Morgan se encontraba atestada por los mismos dueños, Aurora no paraba de dar vueltas en círculo ante la tortuosa espera de saber cómo se encontraba su hija. Llevaba una hora en la sala de partos y aun no sabían nada de ella. —Dando tantas vueltas no conseguirás saber nada, mejor espera aquí sentada. —¿Cómo puedes estar tan tranquilo, Demian Morgan? Tu hija esta allí adentro dando a luz a tu nieto y tú estas como si nada. —Tengo muchos nietos, nena… creo que esta etapa ya está quemada. Ninguna de mis hijas sufrió ningún problema al traer al mundo a un Morgan. Ellas son fuertes, Violeta no es la excepción. ¿O tengo que recordarte todo lo que ha hecho? —Pero es muy joven, estoy preocupada. —Tranquila, solo es un bebé… no debes preocuparte por nada. —Pienso que esa barriga era demasiado grande para ser solo un bebé —Argumenta Daniels mientras leía una resista. El rubio se gana la mirada de sus familiares,
Las horas eran eternas, y Violeta seguía sin saber nada sobre Dylan. A su padre lo pudieron ver algunas horas después, pero como continuaba dormido por la anestesia no alcanzaron hablar con él. Pero al menos ya sabían que estaba bien y que se repondría muy pronto, ya que la bala pasó de largo sin comprometer ninguna arteria o hueso.Cuando al fin logro sentarse debido a la insistencia de su madre, la chica no paraba de comerse las uñas por la angustia. Se mecía hacia adelante intentando buscar paz y esperando a por el doctor. Hasta que al fin el m@ldito salió por la puerta, ella al verlo corrió a su encuentro.—Doctor, por dios ¿Por qué ha tardado tanto? ¿Cómo sigue Dylan? ¿Se pondrá bien?—La herida del paciente fue severa, por suerte no daño ningún órgano, pero si perdió una gran cantidad se sangre. Afortunadam
Justo cuando Emma se alejó de ella quejándose con la nariz ensangrentada, la castaña le dispara reiteradas veces en el cuerpo sin contemplación alguna. Observa a la mujer ahogarse con sus propios fluidos, violeta se da la vuelta para apuntar a Alonzo junto con el guardaespaldas.—Te vas a morir, ahora y en este lugar.—Mientras pierdes el tiempo conmigo, él se está muriendo.Ella baja la mirada y nota que Dylan parcia como si ya no estuviera respirando. Entonces esa distracción Alonzo la tomó a su favor, le hizo una seña al guardia para que tomara el arma. Este asintió abalanzándose contra loa castaña, pero Violeta estaba como en estado de advertencia que reacciono rápidamente disparando el arma contra el sujeto. Este cayó al suelo sin vida, nuevamente levanto el arma en dirección a Alonzo.—No te pases de listo.—Est&uac
Emma bajo el arma guardando una peculiar sonrisa en los labios. Afila la mirada sin apartar la misma de la de Violeta quien no le despegaba la suya.—Muy bien, vamos a divertirnos un poco. Que nadie se meta en esto, ¿entendido? Esto es entre la Morgan y yo.—¡Violeta!, hagas esto —Grita Dylan.Pero Dylan no había terminado de decir la última palabra cuando Violeta se abalanzo sobre Emma tomándola desprevenida, sus ganas de asesinarla eran tan grandes que nada más estaba esperando que bajara el arma para darle su merecido. La castaña no pensaba perdonarle ni mucho menos dejarle pasar el hecho de que había besado a Dylan en sus narices. La haría sangrar.Violentamente, Violeta tomó a Emma por el cuello aplicándole una llave llevando su cuerpo al suelo. Y allí fue cuando empezó a golpear el rostro de esa mujer con tanta fuerza que no le daba oportunida
Los guardaespaldas de Alonzo llevaron armas a su despacho, el hombre tomo varias guardándolas entre sus prendas. El mafioso estaba tan cabreado, sabía que Demian aparecería en cualquier momento, pero no conto con que hiciera un completo desastre dentro de su casa.—Ese hijo de puta, me las pagara.—Señor —Un guardia armado entra en el despacho todo acelerado —Los Morgan destrozaron la entrada de la mansión.—Desgraciado, ¿Dónde está la perra de su hija?—En la habitación del joven Dylan.—Muy bien.—Alonzo, el miserable de Demian está aquí —Emma ingresa en el despacho con expresión de preocupación.—Dime algo que no sepa.—Pero ¿qué voy hacer yo?El hombre tomó algunas armas quitando los seguros de las mismas, luego mira a la mujer con la hab&iac
Dylan se incorporó lo suficiente como mirarla a la cara, frunce el ceño al notar sorpresa en su rostro, pero curiosamente también se había sonrojado. Efectivamente, no hacía falta que Violeta le contestara nada, era más que evidente que ella sentía lo mismo que él sentía por ella. Le alegraba saber que ella lo amaba, pero la pregunta que realmente debía hacerse era ¿ella estaba dispuesta a pelearse con el mundo entero para estar a su lado?—¿Te cuesta responderme algo tan sencillo? —El chico medio sonríe notando ese rubor natural en sus mejillas —. ¿Ya te he dicho lo hermosa que te vez cuando te sonrojas? —Termina por decirle al no escuchar palabra alguna.Violeta lleva la mirada hacia otro lado, avergonzada por ser descubierta. Se sentía tan expuesta cuando estaba en compañía de Dylan, en muchas oportunidades era como si
Último capítulo