Alexander viaja a Ecuador de vacaciones, por un percance feliz conoce a su futura esposa Martha, la ama con tal intensidad que su amor seria tan fuerte y si ella le faltara su odio seria igual de devastador y por culpa de terceros Él se equivoca y la repudia causandole tal dolor a ella que desaparece y después se arrepentiría de sus acciones Alexander El Rey De Transylvania, una novela llena de amor, desconfianza, arrepentimiento, dolor y muertes TE PERDÍ POR EQUIVOCACIÓN "Cuando se ama, no se duda"
Leer másDracula tenia por costumbre seducir a humanas y vampiras, con su atractivo aspecto, esos hermosos ojos azules, su porte alto, fornido, siempre elegante y su perfume tenia un rico aroma que las mujeres caían rendidas a sus pies.
Le gustaba viajar mucho, su castillo quedaba siempre al cuidado de su mayordomo Kyeller, porque su padre y hermana viajaban mucho y éste ordenaba a muchos sirvientes que tenia, salía confiado, en uno de sus viajes se decidió por visitar el país Sudamericano que había visto en su Globo Terráqueo se llama Ecuador, le gusto el nombre.
—América del Sur...eh, Ecuador, mmm, me gusta
Era el año de 1988 , llego al aeropuerto y tenia reservación en un vuelo bajo el nombre de Alexander Damian Collins, lo hicieron pasar y subió al avión sentándose al lado de una hermosa mujer que al verlo cayo seducida por su mirada y atractivo. Él iba conversando con ella, tenían que hacer un trasbordo en Alberta-Canada, al bajar, la hipnotizo y se la llevo a un sitio desolado, la poseyó y le borro la memoria, regresaron, ella tomo otro avión y se fue, mientras Alexander subió al que lo llevaría a Ecuador, se sentó sonriendo de que disfruto del cuerpo de aquella hermosa mujer.
Llego específicamente a la capital Quito, se hospedo en un Hotel lujoso, descanso hasta ya entrada la noche, salía a entretenerse bailando, comiendo en restaurantes caros, había alquilado un auto lujoso.
Llego a un mall, se bajo para ver las estanterías, locales y ver si le gustaba algo de ahí, entro y empezó a pasear por los enormes pasillos lleno de gente, se compro una malteada, iba tomándosela de a poco, subió en unas escaleras eléctricas ya iba por la mitad, cuando se escucho un estruendo de vidrios rotos, unas risotadas y vio unos jóvenes que venían corriendo perseguidos por los guardias, ya llegaba al final y los jóvenes bajaron las escaleras empujando a todos los que bajaban, pero hubo uno que estaba tapada la cara con una especie de bufanda y en vez de bajar por la escalera que bajaba se choco con Alexander y le regó encima la malteada
—¡Quitate de mi camino! —le grito
Alexander le agarro la mano y no podía soltarse, del ajetreo se le cayo la bufanda y se vio que era una mujer joven de ojos color miel, la apretujo contra Él y los guardias no se dieron cuenta, bajaron corriendo tras los que bajaron.
Cuando abajo se perdieron los guardias, Alexander la miro a los ojos y ella a Él,
—Señor, ¿puede soltarme?, disculpe que lo ensucie
—Oh, cierto, ¡perdone! y no es nada que no se pueda limpiar
Hizo un ademan y quedo limpio, ella lo miro absorta balbuceando
—¿Pero como lo hizo?, ¿es magia?, ¡se limpio solo!
Alexander se dio cuenta que cometió el error de dejarse ver haciendo magia, la tomo de la mano de nuevo y caminaron hacia el patio de comidas.
Ella iba como perrito faldero sin decir nada, solamente se dejo llevar, llegaron a una mesa, Él jalo la silla para que ella se siente , luego se sentó y la miro fijamente diciendo
—¡Olvidaras que me viste haciendo magia!
—Y cómo lo voy a olvidar si lo vi —dijo ella
—¿Qué?, ¡¿pero que paso?!, te estoy hipnotizando para que lo olvides
—¿Hipnotizando?, ¿usted me esta hipnotizando?, ¿Y por que lo haría?
—Lo hago para que nadie sepa quién soy y que hago magia
—¿Y quién es usted?, digo al final me puede hacer olvidar, pero si quisiera saber ¿quien es usted?
—No, no puedo decírtelo, ¡te asustarías!
—A ver, yo me llamo…Martha Jhosells
—¡Bonito nombre!…este yooo, me llamo Alexander Collins
—Uy es lindo ese nombre, tan varonil y ¿porque dice que no quiere que nadie sepa que esta aquí?
—No quiero decirlo…más bien, ¿quería preguntarle?, como una chica tan linda estaba mezclada con esos barbajanes que corrían y que los guardias los perseguían.
—¡No son barbajanes!, somos estudiantes de la Universidad y la verdad estábamos jugando hasta que una señora loca, pensó que la íbamos a robar y grito, entonces corrimos, nosotros estábamos jugando a los empujones nada más
—Le doy la razón a la señora gritona
—¿Qué?, ¿Y por qué?, usted no estaba ahí, ¡no vio lo que paso!
—Porque esto es un lugar para compras y entretenimiento, no es para estar empujándose y si me empujan, también creería que quieren asaltarme
Martha pensó que tenia razón en eso, lo miro bien era guapo, ojos azules con un brillo exquisito, hablaba educadamente, alto y fuerte
—Ahora que lo pienso, usted tiene razón, creo que vi a la señora que viene para acá, le voy a pedir perdón en nombre de mi hermano y compañeros de clase
—Espere un momento, yo voy con usted, por si acaso
—Esta bien, ¡Gracias!
Martha se acerco a la señora y dijo
—Señora, quiero pedirle disculpas por el susto que tuvo hace rato, la empujamos la hicimos asustar, le pido perdón a nombre de mi hermano y mis compañeros de clase
La señora la miro con enojo y miro al hombre elegante parado al lado de ella, que la miro y sintió algo raro y dijo
—No te preocupes linda, te disculpo, una también a sido joven un día.
Martha la miro ya más tranquila diciendo
—¡Gracias por perdonarnos!
Y la señora se fue sonriendo
—Se fijo, ¡me perdono!, jajaja
Alexander la miro, lo hermosa, alegre, espontanea, la miro sin ninguna malicia.
—Bien por usted, a pesar que no creo que los demás piensen como usted, allá están riéndose
Martha los vio que los miraban y se carcajeaban
—Martha, ¿me permite ofrecerle comer pizza?
—Pizza, claro Alexander, ¡acepto su invitación!.
La cogió de la mano al asombro de su hermano y amigos, la sentó en una de las sillas del patio de comidas
Fue al sitio de las pizzas, hablo con el dependiente y se regreso a sentarse a esperar la pizza
Martha lo vio y le dijo
—Alexander, ¿usted no es de aquí verdad?
—No, soy de Rumania
—Le digo es porque aquí se pide la pizza y se la dan para que la traiga usted mismo
Alexander sonrió, chasqueo los dedos y el dependiente mando a uno de los que trabajan con ÉL que lleve la pizza donde estaban los dos, las dejo y se fue
—¿Pero como hizo eso?, jamás ellos salen a dejar las pizzas
—Como usted lo sabe ahora, ¡existe la magia! —lo dijo Alexander sonriéndole
Martha lo vio y le sonrió, se dio cuenta que su hermano estaba mirándolos junto con sus amigos
Alexander la miro y dijo
—Puede llamar a su hermano que venga, le invito a ÉL también una pizza
Martha despertó y no vio a su esposo a su lado, se incorporo despacio, se baño, se puso su ropa de casa y se sento a revisar un álbum que vio sobre su cómoda, era de su matrimonio,las miraba sonriente su esposo se veía muy guapo, alto, fornido, una hermosa sonrisa y esos ojos tan hermosos y la estaba besando a ella a su esposa.Miraba los atavíos de los dos, eran los reyes los dos tenían coronas, capas reales, sonreía viendo las fotos.Mientras Alexander despertó, casi se cae al estirarse pero se dio cuenta que estaba en el sofá, bostezo largo y tendido, se sentó después se levanto y se puso a revisar algunas carpetas, no comprendía bien todavía, vio una laptop la abrió y se prendió sola.Vio que había un video en reproducción, lo puso desde el principio y se sento a verlo.Mientras más miraba, m&
Mientras los reyes revisaban cajones, encontraban retratos de los dos, cosas de los dos, ropa, utensilios, se hacían bromas entre ellos, se besaban, hasta que concluyeron su amor, haciendo el hechizo a la puerta y empezando a amarse con pasión desenfrenada como acostumbraban siempre.Se miraban tan enamorados, se empezaron a besar acariciándose el cabello, Alexander estaba encima de ella tratando de no aplastarla por el embarazo, le lamia el cuello le dio un pequeño mordisco y ella se rio a carcajadas por la cosquilla que sintió, su esposo la miraba reir y volvió a besarla con esa pasión tan hermosa que sentía por ella.Siguio con sus besos hasta sus pezones que empezó a chupárselos sintiendo que hacían sentir algo lindo a Martha que se tensaba cuando hacia eso mientras acariciaba el cabello de su esposo amado.Alexander bajo directamente a lamerle el botonci
Los dos soñaron lo mismo, iban cogidos de las manos en el campo, reían, veian a personas a lo lejos que los llamaban y saludaban, pero los nombres que escuchaban no eran los que estaban usando eran otros y se despertaron los dos al mismo tiempo.Se miraron, se abrazaron y volvieron a dormirse. Al amanecer se despertaron, se asearon, fueron a la casa desayunaron y Alejandro fue a trabajar con los demás hombres.El trabajo del arado lo hacían entre parejas de a dos por lo duro que era, pero Alejandro cuando empezó a empujar se dio cuenta que no era nada de esfuerzo para Él, empezó a hacerlo solo a velocidad y termino el trabajo de horas en 10 minutos y todo el terreno uno de los hombre pregunto—¿Eres vampiro?—Si, lo soy, pero como alimentos humanos también y cazo animales para mi sed, no necesito sangre humana, bueno la del ladrón pero
—¿Quién eres tu entrometido?—Que la sueltes—Te voy a matar estúpido — y le disparoPero se movio a una velocidad inaudita que no le llego la bala y lo ataco, quitándosela a la mujer y se le fue encima, lo golpeo y lo mordió succionándo toda la sangre, lo dejo hueso y pellejo, rugió tan fuerte que las paredes de la casa temblaron.Se quedo arrodillado, frente al cadáver del ladrón, la mujer que salvo sin saberlo era su esposa—GraciasAlzo la mirada y la vio, era hermosa y sonrió, pero al haberse convertido en el vampiro guerrero y pelear con el ladrón mermaron sus energías y cayo desmayado al lado del cadáver, rápidamente el hombre llamo a más personas para entrarlo a la casa y acostarlo en una cama libre.Mientras Vlad llego al sitio donde iban a dejar a su hijo y no había nadie
Y empezó a comer era mucha comida, comió rápido pero elegante, Basyli lo miraba era muy delicado al comer demostraba que era el rey, su padre le hizo señas de que no diga nada de eso. Al alzar la copa le llego el aroma de la sangre sus ojos se pusieron rojos y se tomo con premura y agarro más de la botella y puso en la copa hasta que no dejo rastro de sangre en la botella, cerro los ojos, después los abrió de nuevo y ya no estaban rojos sino de ese hermoso color azul.—Gracias Alyster, estaba muy rica la comida y…la bebida—De nada Alejandro, vamos entonces a mi casa a que te recuestes un rato, da sueño después de cenarSe levanto y Basyli se sorprendió al verlo tal alto, fornido y como caminaba, tan elegante, babeaba mirándolo, su padre al disimulo le dio un codazo para que disimule. Al llegar los hijos de Alycair se sorprendie
Se vio una sombra aparecer por el camino y llego al claro y cerca del granero—Hola hijos y ¿mi encargo?—Esta adentro dormido papá—Que bien, voy a verloLlego al granero, entro, lo vio acostado, se acerco lo vio dormido y empezó a reírse—Papá, ¿por que te ries?—Es que aquí esta lo que nos hará ricos hijos—¿Ricos? Y cómo?—Voy a hacerle llegar un misiva al padre del rey, una nota de rescate—¿Rescate?, o sea que ¿el rey esta secuestrado?, hicimos un secuestro?, pero papá—¿Nadie sabe dónde esta?, por eso planee bien esto—¿Y cuanto dura la droga? Y si se despierta—No pasara nada, por eso traigo esto, a ver ¿quién va a vigilar primero?—Yo
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