Martha se baño y ahí sintió que unas manos le acariciaban la espalda, se puso nerviosa, miro para atrás, no había nadie, siguió bañándose y otra vez sintió que alguien estaba detrás de ella, se quedo quieta sintiendo el agua de la ducha caer en su cuerpo desnudo y sintió una respiración en su cuello
—Alexander, ¿eres tu?
—Si, ¡soy yo mi amor!
Se dio la vuelta y lo vio sonreír, estaba desnudo, tenia un cuerpo de ensueño, un abdomen bien trabajado, su pecho musculoso, sus brazos fuertes, esos hermosos ojos azules que la miraban, la acerco y la beso, un beso tan hermoso, que ella sintió su miembro duro tocándola, le dio nervios ambos estaban desnudos bajo el agua de la ducha.
—Alexander, ¡estamos desnudos!…¿por qué estas aquí?
—¡Porque s&ea