Lisa La voz de Cristian seguía resonando en mi cabeza, aun cuando ya habían pasado varios minutos desde que pronunció mi nombre. “Lisa.” Era imposible no escucharlo una y otra vez, como un eco que no se disipaba. Intentaba concentrarme en la clase, en las palabras que escribía en el pizarrón con esa calma meticulosa, pero cada trazo, cada movimiento suyo parecía destinado a atraerme la mirada. El aula estaba en silencio, salvo por el ruido de los bolígrafos sobre el papel. Yo fingía tomar notas, aunque no entendía nada de lo que él decía. Su voz tenía un tono profundo, medido, casi hipnótico, que me envolvía y me obligaba a mirarlo. No debía hacerlo, pero lo hacía igual. A mitad de clase, alguien se sentó en la silla vacía junto a la mía. Era Martín, un compañero de otro curso, de sonrisa fácil y mirada curiosa. —¿Lisa, tenés un momento? —susurró inclinándose hacia mí. —Ahora no, estoy escuchando —respondí en voz baja, sin mirarlo. —Es que el profesor Sosa pidió que t
Leer más