El mal humor puede arruinar hasta el mejor de los días. Cuando eso sucede, lo más sabio es apartarse un poco, buscar un rincón tranquilo y dejar que el alma respire. Una taza de café o de chocolate caliente, acompañada de pan tostado bajo en azúcar, suele bastar. Y si, además, una melodía suave envuelve el ambiente, la calma suele volver poco a poco.Pero cuando ni siquiera eso logra devolver la paz, significa que el daño emocional ha sido demasiado profundo. Justo lo que le ocurría a Camila aquella mañana.Desde que Sofi la recogió en casa de Alejandro, la joven modelo no había hecho otra cosa más que suspirar, una y otra vez. Las manos, cerradas con tanta fuerza que las uñas ya habían dejado marcas rojizas en sus palmas. Su mirada, fría y afilada, dejaba claro que no quería ser molestada. El leve rechinar de sus dientes era la única se&
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