La luz del sol se mete entre las rendijas de las cortinas del ventanal de la habitacón de Raven, iluminando las sábanas desordenadas. El aire esta lleno de feromonas alfas y omegas.Raven tardó unos segundos en abrir los ojos. Sentía el cuerpo pesado, los músculos entumecidos, el corazón latiendo con calma, como si su cuerpo aún no comprendiera del todo que el día había comenzado.El calor que lo envolvía provenía del cuerpo a su lado.Giró lentamente la cabeza y lo vio.Maelik dormía profundamente, con el rostro relajado, el cabello cayéndole sobre la frente, la respiración acompasada, con mordidas en su cuello su pecho y sus brazos, ademas de uno que otro arañazo. Parecía tan distinto al hombre que imponía respeto en las reuniones, al jefe de mirada dura y voz que hacía temblar a medio departamento.Ahí, en su cama, sin camisa, sin pantalones y sin ropa interior, con un brazo cubriéndolo instintivamente, parecía más humano… y eso fue precisamente lo que hizo que a Raven se le revolv
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