Tariq recorrió el penthouse en pasos largos y depredadores, revisó el baño, el armario, la terraza, el aire a su alrededor se sentía espeso. Sacó su otra línea, la encriptada, la que solo usaba para asuntos turbios, tenía que saber si Eleanor había enviado algo, si había dejado un rastro.Llamó al capitán de su unidad de seguridad privada, Karim, su mano derecha, el único hombre en el que confiaba ciegamente.— Karim, despierta — La voz de Tariq era tan fría que sonaba como el susurro de un témpano.— Señor ¿Qué pasa?— Escúchame bien, necesito que rastrees un teléfono, el de mi mujer, Eleanor Vance. Necesito que lo interceptes y me digas con quien se ha estado comunicando, y la ubicación de ese móvil. ¡Ahora!— Entendido, señor. ¿Alguna otra cosa?
Ler mais
66 El Rescate Fallido y La Huida Forzada
El sonido del disparo fue absorbido por el silenciador, no fue un bang sino un siseo metálico, algo más parecido a un suspiro de muerte.La fracción de segundo entre el estruendo causado por el caos, el desorden de los secuestradores y el impacto lo fue todo, Eleanor cerró los ojos, no por miedo al final, sino por el estúpido y corrosivo dolor de la traición, pero cuando esperaba el impacto, este nunca llegó.El grito que se escuchó no fue de ella, Eleanor no sintió el esperado dolor, pero lo que si sintió fue el frío repentino del aire donde segundos antes había estado su cabeza, su pómulo magullado rozando el cemento áspero mientras caía lateralmente.— ¿Qué es lo que estás haciendo? — preguntó, pero no obtuvo respuesta.Karim se había movido con una velocidad imposible, ejecutando un arco limpi
Ler mais