Después de grabar el video Eleanor luchó por encontrar señal, necesitaba enviarlo para que sus amigos actuaran de inmediato, pero justo cuando presionaba el botón sintió un aliento frío en su cuello.
— Qué pena, Rosa. — La voz de Amir, suave y letal, era la última cosa que esperaba escuchar — Parece que llegué a tiempo para salvarte de un error muy grande.
Amir la había seguido, había esperado a que sus sicarios hicieran el trabajo, pero al ver el caos del choque, había actuado él mismo. Su rostro de venganza se había transformado en el de un asesino a sangre fría.
— Tu esposo te condenó Eleanor, con su desconfianza. Él no cree ni una sola palabra que salga de tu boca. Y ahora, yo te ejecuto ya que te has vuelto un terrible estorbo, con una gran boca parlanchina, que se mete donde nadie la ha llamado — le dijo con una frialdad paralizante.
— Tenía la esperanza de que disolvieras tu matrimonio con Tariq al enterarte de que él estaba prometido a otra mujer. Convencí a mi tía Fátima para