En la cama, Sol se movía de un lado a otro, todavía dormida. Sus ojos permanecían cerrados, pero la tensión en su rostro revelaba miedo. Su respiración se aceleró y su corazón comenzó a latir con fuerza… hasta que, de golpe, se despertó.La habitación estaba sumida en la oscuridad, solo interrumpida por pequeños destellos de luz que se filtraban desde el balcón. Entonces, las imágenes de la noche anterior inundaron su mente. Un temblor incontrolable recorrió su cuerpo, seguido de un fuerte escalofrío. Intentando dominar sus pensamientos, respiró hondo, se levantó de la cama y caminó con determinación hacia el balcón. Abrió las cortinas de un tirón, permitiendo que la luz del día inundara la habitación por completo. Al abrir la puerta vidriera, dio un paso al frente, el aire fresco de la mañana chocó con su piel, observó el cielo limpio y azul, y los pajaritos posados en los árboles, revelando que la noche anterior había estado lloviendo.Ya más tranquila, se dio media vuelta, salió de
Leer más