Sonreí, mi vida podría acabar en cualquier minuto y no desperdiciría este momento, me gire y me subí rápidamente sobre su regazo, el me miro con hambre, le sonreí. Me agache para llegar hasta sus labios, los cuales devore de forma lenta y sexi, Me detuve para dejar una traza de besos por su cuello y pectorales, me erguí y lo contemple, Román era un hombre maduro de 35 años, demasiado hermoso y varonil. Sus pectorales y abdominales marcados eran un deleite. tracé mis dedos por sus músculos y mientras lo hacía comencé a menearme lentamente sobre él, me moví un poco más abajo y mi cabeza quedo a la altura de su bóxer. El clavo su mirada ardiente, como analizando cual sería mi próximo paso.Mi mano acaricio a través de la tela y lo vi cerrar sus ojos, luego metí la mano y lo agarre dejándolo fuera y expuesto, no pare de impresionarme, era enorme, palpitante completamente perfecto. Me lamí los labios y luego pasé mi lengua por su longitud, pude ver como sus músculos se tensaron, estaba evi
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