Cap. 60: ¡Tú eres la culpable!
—¿Mi medio hermano?La frase se le clavó como un cuchillo. Intentó incorporarse, pero apenas movió el cuerpo, un dolor punzante le atravesó la pierna. El monitor cardiaco comenzó a pitar con un ritmo irregular.—¡Ah! —soltó, llevándose la mano al muslo, apretó los dientes, la respiración se le cortó—. No... no puede ser...El sudor le perlaba la frente. Las sienes le latían con fuerza. Sentía que el mundo giraba a su alrededor, borroso.Sarah, se quedó petrificada al verlo retorcerse de dolor.—¡Lisandro! —gritó, corriendo hacia la cama—. ¡Dios, yo no quise...!Él la miró con los ojos desorbitados, respirando con dificultad.—¿Qué dijiste...? —jadeó—. ¿Por qué dijiste que es mi medio hermano?Sarah se quedó muda, las manos le temblaban. —Yo... no... fue un impulso, no quise decirlo así.Lisandro forcejeó por incorporarse, el monitor lanzó un pitido más agudo.—¡Respóndeme! —rugió con la voz quebrada—. ¿Qué sabes tú de eso?—Nada, ¡nada! —balbuceó Sarah, asustada—. Fue un comentario,
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