La lluvia comienza a caer con intensidad, golpeando rítmicamente el parabrisas del coche de Víctor, formando pequeños arroyos que se deslizan por la superficie del vidrio.Dentro del coche, el silencio pesa en el aire, volviendo la atmósfera casi sofocante. Marina observa las gotas que resbalan, como si el mundo allá afuera se hubiera desacelerado, mientras el sonido de los limpiaparabrisas crea un ritmo hipnotizante, cortando el silencio denso. El tráfico se vuelve más lento, los autos se mueven de forma irregular, y la ciudad, que antes vibraba de vida, ahora parece envuelta en un sueño confuso, donde cada minuto se arrastra como una eternidad.Dentro del coche, Marina siente que el tiempo se congela. Con cada movimiento de los limpiaparabrisas, una capa invisible de tensión se acumula en el aire, ahogando sus pensamientos.— ¿Tardaremos mucho? — pregunta ella, casi en un susurro, mientras observa el tráfico detenido.Víctor se acomoda en el asiento, dejando que sus dedos se relajen
Leer más