Consultamos con Laurita y Valeria, las novias de Jero y Beto, que aceptaron una salida multitudinaria siempre que les diéramos tiempo de cambiarse.—O sea un par de años —suspiró Beto.Mariano comentó que esa noche tocaba en Ramos Mejía una banda tributo a Slot Coin que prometía ser buena. A Mario le gustaba SC, y era obvio que yo iba a decir que sí, sí, sí, así que Beto y Jero no perdieron tiempo en buscar alternativas.Pagamos en la sala y salimos en tropel, a dejar los instrumentos en la casa de Jero como siempre y recoger a las damas. Mariano me hizo señas de que fuera en el auto con él. Eso me valió miradas de advertencia de Beto y Jero, que después de mi asunto con Martín habían quedado un poco susceptibles a que me quedara a solas con nadie relacionado directamente con la banda. Me lo tenía que tragar, pero me permitía hacerme la ofendida, como esa tarde.En el camino de Flores a Boedo, Mariano se tomó su tiempo para poner música, prender un cigarr
Leer más