Capítulo 187. Encuentro inesperado.
Adrián SolerCuando por fin salí de la sala de entrevistas, fui escoltado por dos funcionarios, después de horas que a mí me parecieron eternas, por un pasillo que olía a metal y a papeles humedecidos, pero cuando llegué afuera, a una especie de patio antes de la salida, el aire parecía distinto. Sentí un latigazo de luz en la cara y tuve que parpadear.Allí, sin el bullicio mediático expectante, al primero que vi fue a Edric, el asistente de Maximiliano, impecable, pero lo que me sorprendió fue la figura a su lado, alguien que no esperaba ver tan pronto y mucho menos allí. Maximiliano Delacroix. Perfecto, como siempre, con esa postura que dicen las armaduras ahora son de diseñador. No había fanfarrias ni cámaras de prensa, solo su presencia, severa y controlada.Algo en mi pecho se contrajo. La vergüenza luchó con la gratitud y la incredulidad otra vez. ¿Por qué? ¿Cómo es que estaba allí? El hombre que tenía frente a mí, el mismo que había prometido ayudarme y que era uno de los em
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