Capítulo 188. Estaba preparado.

Adrián Soler

Yo no tuve tiempo de pensar. Simplemente, me levanté y la recibí en mis brazos.

Se lanzó a mi cuello, aferrándose como si temiera que pudiera desaparecer otra vez.

El olor a champú de fresa, su calorcito, sus pequeños brazos rodeándome…

Eso fue libertad.

Eso fue perdón.

Eso fue hogar.

Mi garganta ardió. Sentí algo subiendo, fuerte, incontrolable. Cerré los ojos, inhalé y la abracé con más fuerza de la que debería, pero con menos de la que necesitaba.

—Mi princesa… —susurré, mi voz rota—. Aquí estoy.

Mía apoyó su frente en la mía y, con la sinceridad cruel y pura de los niños, dijo:

—Te extrañé mucho, papi. No vuelvas a irte, ¿sí? Siempre tienes que estar cerca, por si te necesito.

Tragué lágrimas que ya se habían escapado. No pude contestar. La culpa me mordió, pero el amor la empujó hacia atrás. Solo asentí, acariciándole el cabello.

Cuando abrí los ojos, Max estaba ahí. Observándonos.

No había juicio en su mirada. Tampoco compasión.

Había… humanidad. Algo que no esperab
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP