Capítulo 149. La estrella.
Amy EspinozaHabían pasado ya varias semanas desde aquella llamada. El tiempo, de pronto, parecía haber aprendido a caminar despacio.La vida volvió a encontrar su ritmo, ese que solo se alcanza después de una tormenta.Mía iba al colegio cada mañana. Maximiliano la dejaba en la puerta, y regresaba con sus trenzas despeinadas y sus historias interminables.Entretanto, Maximiliano, después de llevar a mi hija, se iba a la empresa, pero antes de ponerse a trabajar, se iba al estudio de grabación, y me encontraba frente a un micrófono, tratando de ponerle voz a mi historia.Ese estudio se había convertido en mi segundo hogar.Tenía paredes grises, una cabina de cristal y un olor particular, mezcla de cables, café y madera. En el centro, un micrófono grande con una malla metálica, me esperaba cada día. Cada vez que lo miraba, me sentía pequeña, nerviosa, pero también emocionada.—¿Lista? —preguntaba el productor, un hombre delgado con audífonos enormes y sonrisa eterna.Yo asentía, aunque
Leer más