ADRIANOPor primera vez en mi vida… me quedé congelado.Yo, Adriano Blackstone, el hombre que jamás pierde el control, que siempre tiene la palabra exacta y la respuesta lista… no dije nada.La vi de pie en el salón, con la caja entre sus manos, y todo lo que era mi mundo se volcó en un instante. Mi voz murió en mi garganta. Mi cuerpo, siempre firme, se quedó como piedra.Nunca me había pasado. Ni en una negociación millonaria. Ni frente a rivales dispuestos a destruirme. Ni siquiera al borde de la muerte.Pero verla… verla así… me dejó sin aliento.No sé cómo, pero mientras se despedía de Sara y Susan, mi mente se grabó cada palabra que dijo. Y, sobre todo, su dirección.Calle Las Camelias, número 0207.Esperé cinco minutos. Fingí que nada pasaba.Y luego salí, puse la dirección en mi auto y la seguí.Nadie me vió. Nadie se dio cuenta.La vi desde la distancia bajar del auto.Se detuvo frente a una casita pequeña, humilde… pero hermosa. Despidió al chofer con una sonrisa dulce y movi
Leer más