Una semana después…La jefa andaba muy misteriosa, pero mi jefecito lo atribuía a los cuidados de la señora Alma, aunque ayer me sorprendió por la petición que me hizo y por eso ando como los espías, buscando las cosas que me pidió.Heme en el centro comercial más grande de la ciudad buscando un dinosaurio morado, el mismo que ama Sarita más que a mí. Cómo será eso que la muy bocaza, el día que cuando juré que por primera vez me diría mamá, me balbuceó Ma… indicando la televisión y luego dijo Malny, sí no era yo a la que se refería, ¡sino que al maldito dinosaurio! Todavía me dan escalofríos y hasta celos de ese bicharraco que me quitó toda mi ilusión.Pero bueno, al punto. Como decía estoy en medio de la juguetería buscando al señor de “con por favor y gracias“ y una serie de otras cosas para niños. ¿Qué era lo extraño? Que ni a las mellizas, ni a los gemelos les gustaba ese dinosaurio, ellos eran de la onda del ratón y de esa niña del demonio que era Masha, y tanto Sofi, como Kat y
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