De nuevo batallaba con quien quiero ser y con quien soy realmente. No quiero poner excusas para mí comportamiento o mis pensamientos, pero simplemente es difícil no desear estar de nuevo entre las piernas de una mujer; sentir su agradable aroma, su piel de terciopelo, sus jadeos, su ser. Alicia me estremece en la cama, me desconecta y me agrada, pero después no significa nada, el vacío inmenso me arropa y la culpa me lastima. Quiero cambiar, alejarme de esa lujuria que ha envuelto mi vida desde hace algunos años atrás, pero a veces es difícil. Por eso no he asistido más a ningún evento; y ahora la oscuridad es mí mejor aliada. Sin embargo, ahora no tengo salida o quizás no quiero tenerla. Luchar esta guerra de la mente, con el sentir físico es difícil, me desgasta, me aleja de mi productividad del trabajo y de todo. Quizás para muchos es muy fácil simplemente ignorar a una bella mujer, pero para mí, ha sido la prueba más difícil por más que me niegue a aceptarlo. ―Señor, su papá lla
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